Claudia Araiza, directora financiera de la consultora inmobiliaria Jemil, señaló que Querétaro, es una entidad muy relevante en el impulso al teletrabajo, pues este sistema permitió crecer en un 28 por ciento la productividad de los trabajadores en este tipo de urbes emergentes y con vocación industrial.
“Querétaro y el bajío, son la región del país que abarca el 32 por ciento de los espacios de oficinas del país, gracias a la llegada de muchas personas que se trasladan a dichas entidades para trabajar y vivir. Aspecto que provoca que muchas empresas se buscan colocar en esta zona del país, sin dejar de señalar el crecimiento de los estados de la frontera norte”, dijo.
Cabe mencionar que las oficinas presenciales ofrecen una serie de ventajas significativas en comparación con la virtualidad, en diversos aspectos, tan solo en 2023 el 46 por ciento de empleados en modalidad remota afirmaron sentir que sus horas de trabajo incrementaron.
Aspecto que se sustenta en estudios como la encuesta realizada por OCC Mundial, donde señala que el derecho de desconexión pareciera no aplicarse, ya que el 37 por ciento de los trabajadores dijeron que sus jefes hacen solicitudes a cualquier hora, aunado a ello, cabe destacar que sólo 22 por ciento de teletrabajadores reciben de su empresa los insumos necesarios para laborar. Sin embargo, la razón por la que 63 por ciento de las empresas prefiere el modelo presencial, no se debe sólo a dicha situación.
Declaró que los dos grandes polos en materia del trabajo en oficinas físicas como virtuales, se mantienen en conflicto, pues el trabajo remoto creció un 117 por ciento en el país, siendo los líderes, la Ciudad de México con un 30 por ciento, seguido de Monterrey como Guadalajara.
Recordó que la OCC Mundial señala que en el país se tiene un 17 por ciento de personas laborando en home office o hibrido, mientras que un 63 por ciento de trabajadores labora de forma presencial de manera permanente.
Informó que en los tiempos actuales, un fenómeno que se presenta es la cancelación de grandes rentas para corporativos que ahora sólo utilizan espacios adaptados al teletrabajo y el sistema presencial, que se estima permiten ahorros en un 80 por ciento en pago de rentas.
Mientras que la elección de un espacio de trabajo físico por parte de los patrones, se relaciona más con temas de productividad y el fortalecimiento de relaciones laborales. Un estudio realizado por la firma de consultoría McKinsey reveló que el 82 por ciento de los empleados considera que la interacción en persona es crucial para establecer relaciones sólidas y fomentar la colaboración. Además, un ambiente de trabajo compartido promueve un flujo constante de ideas, mejorando la calidad de la toma de decisiones.
De acuerdo con la encuesta de KPMG de 2023 “CEO Outlook”, el 64 por ciento de los directivos de empresas, considera que se regresará al trabajo presencial durante los próximos tres años.
No debe olvidarse que establecer un emprendimiento conlleva diversas decisiones estratégicas, una de las más cruciales es el momento de invertir en una oficina, ya que es un gasto importante que puede absorber hasta el 40 por ciento de los ingresos y que no todas las pequeñas empresas tienen capacidad de solventar, tomando en cuenta que la mitad no logra sobrevivir al tiempo promedio, 1.8 años, que les toma llegar a ser rentable, según señala la Radiografía del Emprendimiento en México de 2023.
El alquilar una oficina física o una virtual presenta desafíos y ventajas para cada opción, por un lado, la virtualidad ofrece flexibilidad y ahorros inmediatos, pero puede impactar el profesionalismo y la colaboración. Por otra parte, un espacio de trabajo presencial proporciona una imagen más establecida, aunque los costos pueden ser mayores.
A pesar de las ventajas que cada modalidad puede ofrecer, hay aspectos a considerar antes de tomar una decisión, esto invita a reflexionar a los emprendedores sobre qué tipo de oficina se adapta mejor a sus necesidades, identificando primeramente cuáles son éstas, además de preguntarse si realmente se encuentran preparados para rentar o comprar un espacio de trabajo.