En las últimas décadas, la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) han emergido como pilares fundamentales para el progreso y la innovación. Sin embargo, aun con los avances, la participación de mujeres y niñas en estos campos sigue siendo desafiante. México, como muchas naciones, enfrenta el reto de equilibrar la ecuación de género en estas áreas, y las cifras actuales pintan un panorama que destaca la necesidad urgente de un cambio. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, solo el 35 por ciento de los profesionales en estos campos en México eran mujeres.
La falta de representación de mujeres y niñas en STEM comienza temprano en sus trayectorias educativas. Estudios indican que, desde la infancia, las niñas pueden experimentar estereotipos de género que influyen en su interés y autoconfianza en estas áreas.
De 9 millones 39 mil mujeres profesionistas en 2021, solo el 13.5 por ciento estudiaron una carrera STEM. Es decir, de cada siete egresadas de la universidad, solo una estudió una carrera relacionada con esta área.
La baja presencia de mujeres en STEM tiene implicaciones económicas importantes para su futuro profesional. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, para 2025 surgirán 97 millones de nuevos empleos adaptados a la nueva relación entre máquinas y personas.
En específico, en México las mujeres se han quedado atrás en la formación de estas habilidades para el futuro convirtiéndose en las más vulnerables ante los cambios tecnológicos, ya que ellas tienden a desempeñar más tareas rutinarias en sus empleos, las cuales tienen mayor probabilidad de ser automatizadas en el futuro.
A menudo, se enfrentan a la discriminación de género y a la falta de representación en roles de liderazgo. De los hombres en STEM, 187 mil 896 (7 por ciento) son empleadores, mientras entre las mujeres 25 mil 534 (3 por ciento) lo son. Esto significa que apenas una mujer por cada siete hombres son empleadores. Esta falta de representación en las posiciones de liderazgo contribuye a que las niñas y jóvenes tengan poca exposición a líderes femeninas en STEM que representen modelos a seguir.
México se enfrenta al desafío de aprovechar plenamente el potencial de todas sus mentes brillantes, independientemente del género. Empoderar a mujeres y niñas en STEM no solo transformará su realidad, sino que también enriquecerá la sociedad y la economía en su conjunto.
Las empresas también desempeñan un papel crucial en la creación de entornos laborales inclusivos. Fomentar la diversidad de género no solo es ético, sino que también mejora la creatividad y la eficiencia en el ámbito laboral. Las empresas en México pueden contribuir activamente a cerrar la brecha de género brindando igualdad de oportunidades y apoyo a las mujeres.
Cabe recordar que desde hace 4 años, la marca 3M México tiene la iniciativa “25 Mujeres en la Ciencia” ha resaltado y promovido el trabajo de mujeres sobresalientes en el ámbito de STEM. La edición de este año se centra de manera especial en la Sustentabilidad Ambiental.