La economía mexicana a finales del 2023 mostró signos de recuperación, con la inflación en niveles del 4.5 por ciento y una deuda gubernamental no mayor al 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), coincidieron los investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) doctores Federico Novelo Urdanivia y Guadalupe Huerta Moreno.
Para Novelo el país cerró bien el año, sin embargo, “no quiere decir que construyamos una inercia que pueda servir fuertemente para el siguiente sexenio. López Obrador conoce de las desgracias que acompañaban los fines de sexenio en México y le está transfiriendo la parte penosa de la economía a la siguiente administración.”
El presupuesto del gobierno federal nos lleva a un crecimiento de la deuda, “que rompe con la promesa presidencial de no endeudarse, es una deuda perfectamente manejable pues no representa más del 50 por ciento del PIB, frente a países como Japón que tiene deuda del 200 por ciento, o Estados Unidos cuyo déficit es 140 por ciento de su PIB”, indicó el investigador nacional.
Reafirmó que la economía sí va a crecer al cierre del sexenio, pero ese crecimiento no es de largo aliento; el incentivo para la economía es que el consumo va a tener una variación a partir de la transición de lo que fue el gran empleo de la construcción hacia la menor ocupación de la operación de lo construido.
Sobre los impactos de la pandemia en la economía, apuntó que en algunos casos “ya estamos mejor que en 2019 pero en otros sectores aún no llegamos a esas condiciones, como los salarios contractuales, con el aumento salarial en la UNAM y a todas las universidades que es menor a la inflación que padecimos el año pasado, en términos reales los salarios contractuales están disminuyendo”.
El profesor del Departamento de Producción Económica de la sede Xochimilco destacó la salida de la pobreza de más de cinco millones de mexicanos que se debió al ingreso laboral en la parte más baja de la pirámide social.
“El crecimiento relevante de los salarios mínimos no solo tiene capacidad de arrastre en términos del crecimiento del consumo, sino que beneficia a los salarios de la economía informal, eso explica fundamentalmente la salida de millones de mexicanos de la pobreza a una pobreza moderada”, refirió.
Por su parte, la doctora Guadalupe Huerta Moreno evaluó que se está viendo una recuperación de la economía mexicana después de los años complicados de la pandemia cuando el PIB cayó cerca del 20 por ciento “y hacia 2022 en el cuarto trimestre se recuperó 4.5 puntos y hacia el tercer trimestre de 2023 lo teníamos en 3.3 por ciento con buenas perspectivas para este año”.
En términos de la inflación “tenemos una baja importante, en agosto de 2022 era de 8.62, en enero de 2023 de 7.88 y en septiembre de 4.5 por ciento, muy cerca del objetivo del Banco de México de 3 puntos porcentuales”, afirmó la investigadora.
También se observa una disminución de la concentración del ingreso, que se suma a la disminución de millones de pobres, son buenos datos, puntualizó la investigadora nacional.
“La recuperación del salario mínimo es importante, recordemos que en 2018 era de 88.36 pesos diarios y en 2022 y subió a 141.7 pesos, “a ello se agrega una inflación bajo control, con esto existe una recuperación real del salario”.
Para la docente del Departamento de Administración de la Unidad Azcapotzalco, se observa una expectativa de crecimiento económico que, si sigue manteniendo el manejo del gobierno de la política social, de la inversión extranjera directa y el ingreso de remesas la economía mexicana, tendrá un buen desempeño.
Sobre las turbulencias presentes al final de los sexenios dijo que es complicado decir que no pasará nada, pero si se mantiene la política fiscal, los programas sociales y el control de la inflación, “lo que tenemos es el crecimiento del PIB cuya expectativa para 2024 será arriba del 4 por ciento”.