En los últimos años las empresas han estado en constante evolución y cada vez más comprometidas en temas de igualdad e inclusión laboral. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, ya que según un Informe de la consultora Cobee, el 23.5 por ciento de los colaboradores aseguran que en su lugar de trabajo no existe un plan que aborde la igualdad e inclusión dentro de sus equipos.
En México es crucial reflexionar sobre la importancia de crear entornos laborales que valoren y fomenten la diversidad en todas sus formas. Es esencial que cada individuo tenga la oportunidad de contribuir y prosperar sin importar su origen, género, orientación sexual, religión, habilidades o cualquier otra característica que lo distinga.
En el ámbito de las políticas públicas, en el país se cuenta con la Norma 025 sobre Igualdad y No Discriminación, la cual identifica a empresas e instituciones, tanto del sector público como privado, comprometidas con la implementación de medidas internas para fomentar la igualdad en el entorno laboral.
En cuanto a la inclusión, las mujeres son uno de los grupos que enfrentan desafíos significativos en su entorno laboral, ya que en el 63% de las compañías han mostrado preferencia en contratar hombre para puestos directivos en comparación con las mujeres, lo que continúa representando una brecha importante en la época en la que nos encontramos. Además, la comunidad LGBTTQ+ también enfrenta obstáculos, el 42 por ciento que ha experimentado comportamientos no inclusivos en sus lugares de trabajo
En el caso de las personas con discapacidad, las cifras son preocupantes, datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) menciona que siete de cada diez personas con discapacidad en el mundo carecen de un empleo. Y aquellos que sí cuentan con uno, a menudo enfrentan condiciones laborales precarias y limitadas.
Estos desafíos aun dejan un camino largo para lograr erradicar con la discriminación laboral que en México se vive día a día. Esto se puede lograr mediante la implementación de planes de inclusión y diversidad que incluyan tácticas específicas, como la aplicación de políticas para garantizar la no discriminación, el reconocimiento del valor que aporta la diversidad a la empresa, la promoción de la igualdad en el trato y salario entre hombres y mujeres, así como una evaluación constante para asegurar el cumplimiento de estas medidas entre muchas otras.