El Consejo de la Comunicación llevó a cabo el panel “Mujeres de alto valor, todas trabajando por todas” con la participación de Rocío Abud, Directora de Fundación Coppel y Responsabilidad Social de Grupo Coppel; y Norma A. Ramírez; Presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME), para visibilizar el papel que tienen las mujeres actualmente en la economía.

Norma A. Ramírez, Presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME) dio a conocer que de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la participación económica de las mujeres al cierre del 2023 fue de 46%, y la mayor parte de las mujeres se encuentra en la informalidad.

Ramírez señaló que uno de los caminos para reducir la brecha de género es lograr que haya más mujeres líderes quienes son las que pueden incidir en políticas públicas y privadas. Destacó que actualmente las altas ejecutivas representan únicamente el 24%, y solo 4% de las direcciones generales de las empresas son ocupadas por mujeres.

Por su parte, Rocío Abud, Directora de Fundación Coppel y Responsabilidad Social de Grupo Coppel, destacó que está estudiado que mujeres y hombres empezamos parejos al principio de nuestras carreras profesionales, pero conforme las mujeres entran en edad reproductiva la brecha se hace más grande y no se vuelve a cerrar.

El rol de mujer trabajadora debe de ser reconocido y entendido como la realidad de una sola persona y no como realidades diferentes. Abud indicó que para las mujeres es un reto equilibrar la vida profesional y familiar, por lo que los cuidados del hogar deben ser una responsabilidad compartida entre todas y todos los integrantes de la familia.

Las panelistas coincidieron que entre las políticas que harían la diferencia para que las mujeres puedan estar en igualdad de circunstancias y lograr una autonomía económica, se encuentra generar incentivos para que las empresas ofrezcan guarderías, y que haya un sistema de cuidados público y privado, para que las mujeres puedan generar un ingreso, mayor rentabilidad y competitividad. Esto a su vez tendría un impacto positivo en el crecimiento de la economía, ya que está comprobado que esto podría incrementar el PIB en un 15%.

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