La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta la variación de precios de la canasta básica alimentaria de cuarenta y cuatro productos de marzo a abril del presente año, sigue al alza, resultando el precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en 1,810.26 pesos con una variación de 0.36 por ciento, al aumentar su precio en promedio 6.51 pesos.

Los cinco estados con la CBA más encarecida resultaron ser Veracruz 8.05 por ciento; Baja California Sur 5.41 por ciento; Querétaro 4.67 por ciento; Nuevo León 3.77 por ciento y Edomex 3.73 por ciento.

Los productos que más aumentaron en el último mes fueron el azúcar 6.73 por ciento, que pasó de 35.61 a 38.00 pesos; frijol 5.35 por ciento, que pasó de 40.78 a 42.96 pesos; chuleta de puerco 5.10 por ciento, que pasó de 116.50 a 122.44 pesos; avena 4.62 por ciento, que pasó de 40.34 a 42.21 pesos y sardina 3.94 por ciento, que pasó de 38.17 a 39.67 pesos.

“La pandemia de COVID-19 llevó a más de cuatro millones de micro, pequeñas y medianas empresas al cierre por falta de ventas, consecuencia del paro poblacional al que nos obligó la cuarentena, perdiéndose más de un millón y medio de empleos por esta circunstancia.

Al día de hoy, estas ocupaciones se han recuperado pero lo han hecho dentro de la informalidad, que es la actividad económica que más se ha acrecentado en nuestro país. ¿Por qué sucede esto? Por varias razones, falta de políticas públicas efectivas que apoyen el emprendimiento; otro factor es que cuando la gente se decide a invertir sus recursos, tiempo y esfuerzo en la apertura de un negocio, se topa con una montaña de trámites a cubrir tanto a nivel municipal y estatal, como en el ámbito federal”, declaró Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

“La informalidad deja a la población desprotegida y genera un caldo de cultivo que fortalece las actividades de las pandillas de delincuentes que operan el mercado negro del país. Por donde se vea, la informalidad, al final del día, es un juego de perder-perder que impera en la realidad social actual en el país, en donde el 54.5 por ciento de la población económicamente activa (32.4 millones de personas) se encuentran laborando dentro de la informalidad, dijo.

La informalidad trae como consecuencias que no se paguen impuestos, se genere corrupción, se fortalezca la extorsión, el contrabando y la piratería, que exista un piso disparejo y se eleven las olas de violencia y criminalidad lo largo del territorio nacional y, por supuesto, se siga alzando la inflación. Por ello, urge avanzar en la formalización de la economía de nuestro país, ese es el gran reto de México en su futuro inmediato.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *