Las mascotas suelen ser buena compañía para todos los integrantes de la familia; además de la convivencia, son útiles para reforzar aspectos como el sentido de compromiso, ya que su desarrollo y bienestar dependen del tutor responsable. En el caso de los adultos mayores, se suman beneficios como los estímulos físicos, mentales y emocionales que enriquecen su día a día; agregando el beneficio, que de cuida de él y de sí mismo.
Ayudan a las personas de la tercera edad a sentirse activos y útiles, ya que tienen que cubrir actividades diarias relacionadas con su cuidado y desarrollo. Previniendo la depresión, mejorando la memoria y el estado de ánimo.
La activación física se vuelve una rutina, al tener que salir a caminar para los paseos de su compañero de cuatro patas. Siendo el mejor pretexto, para que los adultos mayores se vinculen desde una nueva perspectiva con la comunidad. Aumenta su autoestima y humor al sociabilizar con otros tutores responsables.
“Los animales de compañía en un hogar de personas mayores son muy importantes para el sentido de propósito”, comparte Ricardo Noriega, tanatólogo de Bye Bye Friend, “Al tener a cargo responsabilidades y ocupar tiempo en el cuidado y reconexión con la comunidad, reactivan su vida desde una perspectiva diferente que nutre su mente, activa su físico y enriquece su espíritu”, señala.
¿Cómo elegir la mascota adecuada para el adulto mayor?
Lo más importante es evaluar las limitaciones y necesidades, como:
Fuerza física requerida para su cuidado: un perro grande y con mucha energía, jalará con mayor fuerza la persona.
Capacidad para cubrir su sano desarrollo -casa, comida, veterinario, etc.- No todas las mascotas suponen la misma cantidad de dinero, por lo que se deberán de considerar alternativas como un gato, un ave o un hámster.
Preferencias: Para que aporten realmente a un mejor estado anímico, es necesario considerar nuestros gustos y preferencias.
Sea cual sea la elección los tutores deben de considerar además de los cuidados básicos, el cierre de su ciclo de vida.
“Despedirlo es un acto de amor que se hace como agradecimiento por todas las experiencias y momentos compartidos”, comparte el especialista tanatólogo de Bye Bye Friend. “Sin embargo, el despedir a una mascota se vuelve complicado”, concluye.
En este sentido, Bye Bye Friend el primer Santuario Funerario para Mascotas, desarrolló toda una experiencia que incluye el ritual de despedida, mismo que permite cerrar círculos y continuar sin olvidar a ese gran compañero.
Experiencia conformada por 7 paradas: Inicio del viaje, narración de la historia de Innana y el Árbol de los Guardianes, Sala de Despedida y Carta del Corazón, Sala del Viaje Final, Cura del Alma y Ritual de Despedida y Fin del Viaje con la entrega del certificado de cremación y cenizas.
De esta forma es como Bye Bye Friend se convierte en un verdadero apoyo para los adultos mayores, al ser ese cómplice que entiende el valor emocional de su compañero de cuatro patas y el contexto que necesita para despedirlo.