El hígado ayuda mantener el cuerpo en funcionamiento. Como un motor, procesa los alimentos y bebidas, también filtra sustancias no deseadas además de suministrar energía al cuerpo.
Cuando el hígado no funciona adecuadamente, el cuerpo puede presentar algunos problemas y en las personas con enfermedad hepática crónica, el hígado no es capaz de completar las funciones vitales, causando síntomas que pueden tener un impacto significativo en la vida cotidiana de estas personas.
La enfermedad hepática crónica es más común de lo que se piensa y va en aumento. Se estima que una de cada cinco personas en todo el mundo la padece, este incremento es impulsado por la enfermedad hepática grasa no alcohólica, un problema hepático causado por una acumulación de grasa en el hígado.
La realidad es que existen más de 100 tipos de enfermedades de este órgano que pueden desarrollarse debido a virus, trastornos genéticos, alcohol o intoxicaciones.
La pérdida de peso, los dolores en el lado derecho de las costillas y la sensación de debilidad son signos para vigilar la salud del hígado. Además de la falta de apetito, la piel o los ojos se vuelven amarillos y las piernas o el estómago se hinchan. Aunque el síntoma más común es la fatiga; una sensación de cansancio extremo o niveles bajos de energía también son señales a revisar.
La fatiga crónica es mucho más que el cansancio ordinario, es una falta de energía. Una de cada diez personas sufre de fatiga crónica y el porcentaje es mucho más alto para las personas con problemas de hígado, es común que puedan sentir una falta de energía durante el día, incluso si están teniendo un sueño sólido; es como si el cuerpo no pudiera recargarse durante la noche.
¿Por qué pasa esto? Porque el hígado ayuda a regular moléculas esenciales como: la serotonina y la dopamina, estas envían señales a todo el cuerpo afectando la manera en cómo se siente el individuo. La serotonina y dopamina son como bujías, dispositivos eléctricos que crean la chispa de encendido para quemar combustible y ayudar al motor a producir energía. Si las bujías están defectuosas, el motor está lento. Igual pasa con el hígado, cuando no funciona correctamente interrumpe el trabajo de estas moléculas, lo que puede resultar en baja energía o agotamiento de la persona.
«La enfermedad hepática crónica puede tener un impacto significativo en el bienestar de las personas», dijo el Dr. Álvaro Rojas, Director Médico de Abbott en Latinoamérica. «Algunos de los síntomas son visibles, como exceso de líquido en el abdomen o el color amarillo de la piel o de la parte blanca de los ojos. Otros síntomas como la fatiga y la debilidad son menos visibles, pero eso no los hace menos importantes. La fatiga crónica es el síntoma más común de la enfermedad hepática y es clave tratar a los pacientes con este padecimiento para ayudarlos a continuar con su vida social y profesional».
¿Qué puedes hacer para promover la salud del hígado y energizar tu cuerpo?
En primer lugar, protege de tu hígado, ayuda a cuidarlo con estas simples acciones que recomienda el Dr. Rojas:
Come alimentos nutritivos y bebe suficiente agua.
Hay pruebas de que el consumo de café reduce el riesgo de algunos tipos de enfermedades hepáticas, incluyendo el cáncer de hígado. Sin embargo, no se tiene certeza de cuánto café es mejor, por lo que, si tomas café, es mejor consumirlo con moderación.
Excluye alimentos con grasas no saludables y alimentos procesados, así puedes prevenir una acumulación extra de grasa en el hígado.
Reduce la sal y el azúcar. Su consumo excesivo puede dañar el hígado.
Realiza ejercicio diariamente para mantener un peso saludable.
Mantén un consumo bajo o nulo de alcohol. Lo mejor para el hígado es evitar el alcohol, especialmente si ya tiene un tipo de enfermedad hepática. Además, minimizar el consumo de alcohol puede mejorar los niveles de energía.
Con revisiones periódicas, el profesional de la salud puede detectar los primeros signos de un problema hepático, recomendar cuál será el mejor tratamiento y las maneras para tratar los factores que empeoran la fatiga. El profesional de la salud puede asistirte de muchas formas a tratar la fatiga, por ejemplo, te puede ayudar a encontrar modos para mejorar tu entorno y comportamiento a la hora de dormir.