Ubicado en el corazón de la Ciudad de México, emerge un ícono arquitectónico que fusiona el pasado con la comodidad del presente. El Hotel City Centro by Marriott Ciudad de México, es una joya histórica rescatada dentro del emblemático edificio que alguna vez albergó al Banco Agrícola e Hipotecario, Mutualista y de Ahorro de México. Este espectacular edificio abrió sus puertas como hotel hace más de 8 años, para brindar a sus huéspedes una experiencia única que conjuga lo histórico con lo moderno.
Construido en 1904 bajo la dirección de los hermanos Mariscal, cuyo legado incluye obras icónicas como el Teatro Esperanza Iris y el Palacio de Bellas Artes, este edificio histórico se erige como un testimonio viviente de la herencia arquitectónica de la Ciudad de México. Inspirados por elementos del Palacio Ducal de Venecia, su diseño neogótico se puede apreciar desde la fachada en sus diez balcones con un extraordinario lujo en los acabados de mármol negro y rojo que le subsisten.
Fue en 2017 cuando Hoteles City en conjunto con el arquitecto Salomón Sacal, recuperaron el esplendor de este edificio. Entre los elementos más destacados de esta gema arquitectónica se encuentran los rosetones de la insignia de flor con aires marroquíes, que son piezas originales y se pueden identificar en ciertas partes del edificio, también se respetaron las piezas originales de las ventanas y fachada, conservando así su esencia.
Algo que indudablemente llama la atención al ingresar al hotel, es el pasaje con el enorme espejo en el techo y el piso de mármol blanco y negro que dan una sensación de dramatismo. Esta majestuosa fachada genera una experiencia diferente al contrastar el caos del centro de la ciudad, y la sensación de privacidad que se genera al entrar.
A nivel de mobiliario se optó por elementos de madera para dar un toque más cálido y equilibrar el entorno oscuro, cuenta con algunos sillones de Cuchara Diseño y sillas de Bludot. Lo mismo sucede con los materiales en metal en tonos cobrizos como la instalación escultórica que se observa desde el patio central que asemeja una lluvia de iluminación, la cual fue diseñada por el arquitecto Salomón Sacal y la empresa mexicana encargada de proyectos creativos, Duco Lab. Los barandales que componen este espacio son originales y solo se le colocó madera en el filo para fusionar esta pieza con un toque cálido.
La curaduría de iluminación interior estuvo a cargo del arquitecto mexicano Luis Lozoya, quien respetó los muros originales del edificio, pues por su valor patrimonial, no se podían ranurar paredes ni techos, así que optó por meter elementos que se vieran integrados al espacio, cuidando en todo momento el concepto y diseño del hotel para resolver la instalación eléctrica.
Lozoya trabajó con la oscuridad que posee el diseño de interiores del hotel para que por las noches tenga una sensación más profunda y las luces tenues evoquen a la época donde la gente caminaba por los corredores de este tipo de edificios a oscuras con velas para alumbrarse.
En el front desk, las lámparas que se alinean con las del patio central fueron creadas por el Estudio David Pompa. Uno de los grandes retos arquitectónicos, fue general el elemento en metal cobrizo totalmente iluminado desde la loza hasta el muro, el cual está inspirado en elementos de la fachada y lo diseñó el equipo de arquitectos y diseñadores de Hoteles City.
Basta con ver el elevador original del edificio para sentir que viajas en el tiempo, dicho ascensor funciona y se encuentra en perfectas condiciones con el 80% de sus partes originales, pero si los huéspedes desean subir por las escaleras, podrán disfrutar de un espacio con piezas originales como parte del piso y su hermoso barandal, además de admirar los patrones de rosetón de flor dibujados en la pared hechos a mano, los cuales dan un destello de luz y romantizan este espacio.
Al llegar al centro de negocios y patio trasero, se vuelven a utilizar los espejos en el techo para replicar el entorno. Los arcos que envuelven esta zona generan una sensación de privacidad, mientras que con el cubo de piso translúcido se buscó obtener un espacio con luz natural.
De nuevo vemos elementos metálicos, maderas y colores como el verde que se asocia a la naturaleza, a la frescura y renovación de energía que te invita a relajarte, también vemos integrados otros colores predominantes en el edificio, como el violeta que tiene una connotación de cambio y de transformación, como lo que se hizo con este inmueble al intervenirlo en armonía con lo moderno.
Cada una de las habitaciones tiene una distribución y diseño diferente, ya que al remodelar el edificio se respetaron los espacios con sus muros originales, aquí encontramos un elemento metálico a lo largo de las paredes con luz que da realce a estos muros. Las luminarias en plafón son de Candela Luz, empresa mexicana que integra el proceso de diseño a sistemas de fabricación artesanal.
Finalmente, el Hotel City Centro by Marriott Ciudad de México tiene una vista privilegiada desde su terraza en donde se puede apreciar la emblemática Torre Latinoamericana. Las sillas giratorias spun de este espacio corrieron a cargo del diseñador inglés Thomas Heatherwick y podemos apreciar unos murales realizados por el artista urbano internacional Neón.
Ya sea para una escapada de placer o un viaje de negocios, el Hotel City Centro by Marriott Ciudad de México es perfecto para aquellos que buscan explorar la belleza y la cultura en el corazón de la vibrante Ciudad de México.