Alejandro Calvillo, director general de la organización El Poder del Consumidor, explicó que el problema de la obesidad infantil no es bien atendido por las autoridades educativas, pues 9 de cada 10 escuelas en Querétaro y el país, ofertan golosinas y refrescos a los estudiantes.

En la plataforma “Mi Escuela Saludable” se cuenta con datos de escuelas por entidades con resultados de problemas de obesidad graves.  Aunque no se distingue por región rural y urbana, pero se estima que los problemas de mala alimentación son similares.

A nivel nacional a través de la plataforma Mi Escuela Saludable, se ha realizado por 10 años un ejercicio ciudadano sobre el entorno alimenticio escolar, y en el ciclo escolar 2023-2024, se han recibido un total de 13,437 reportes de 9,582 escuelas del país, denunciando que la mayoría de los espacios escolares a nivel país incumplen con la regulación oficial, pues en un 79 por ciento de dichos planteles se venden refrescos.

En el caso de Querétaro se tiene un registro de 969 denuncias sobre 482 escuelas que no controlan la venta de alimentos chatarra a su alumnado. Se detalla que 76.7 colegios en Querétaro permiten la venta de refrescos; un 98.7 por ciento vende alimentos altamente caloricos; 65.6 por ciento de escuelas no vende frutas; 88.8 por ciento no tiene Comité de Vigilancia e venta de alimentos chatarra; y 62.3 por ciento de colegios no tiene bebedero de agua potable.

Mientras que solo 2 de cada 10 colegios disponen de agua y alimentos naturales, provocando el consumo promedio de más de 500 calorías extras por menor de edad.

En un 98 por ciento de las escuelas del país se venden dulces y frituras; un 97 por ciento de colegios vende refrescos; solo un 19 por ciento de colegios tienen acceso a frita, verduras y agua potable, y apenas un 4 por ciento cuentan con un Comité de Adultos para vigilar el cumplimiento de la Ley de alimentación a infantes.

Se detalla que la obesidad infantil deriva de un conjunto de factores, y uno de los más importantes es la exposición a alimentos y bebidas altas en calorías. Por ejemplo, en las escuelas de nivel básico, los niños y niñas consumen cada día 550 calorías solo de productos chatarra, pudiendo aumentar hasta 7 kilogramos por año.

Se informó que el entorno escolar contribuye a la epidemia de obesidad infantil, que es causa directa de trastornos de salud en la infancia, en particular complicaciones gastrointestinales, ortopédicas, apnea del sueño, estigma y de manifestación temprana de enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Ana Basto-Abreu, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dijo que se mantiene en aumento la obesidad en niños y adolescentes, donde un cuarto de las calorías extra que ingieren los estudiantes se debe a los alimentos chatarra. “También se necesita una nueva cultura alimentaria de los individuos, con perspectiva de prevenir enfermedades crónicas”.

Por su parte, Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable, indicó que, en el país se dio un buen paso para enfrentar la epidemia de obesidad infantil con la publicación en el Diario Oficial de la Federación que reforma la Ley General de Educación, que espera se divulguen sus lineamientos.

Cabe mencionar que la obesidad acorta la expectativa de vida en 4 años; el sistema de salud en México gasta hasta 650 mil millones de pesos en tratamiento de la obesidad infantil. Se denunció que las y el candidato presidencial no tienen propuestas contra la obesidad infantil.

 

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