A diferencia de las tarjetas SIM físicas convencionales, la eSIM es un chip integrado en el dispositivo que permite al usuario activar el servicio digitalmente iniciando sesión en una aplicación o escaneando un código QR. Al respecto, la empresa de ciberseguridad ESET, advierte que teniendo en cuenta esta nueva tecnología, los atacantes mutaron sus técnicas de ataque. Una vez que logran el robo, les es fácil más obtener códigos de acceso y autenticación de dos factores para distintos servicios, incluidos la banca y la mensajería, lo que abre un abanico de oportunidades para que se implementen estafas.
Los cibercriminales logran acceder a las cuentas móviles de los usuarios usando credenciales robadas, forzadas o filtradas. El ataque inicial comienza mediante ingeniería social, phishing, y otros métodos de engaño, que irrumpen la cuenta del usuario y obtienen el código QR que les permite activar la eSIM en su propio dispositivo, secuestrando efectivamente el número de la víctima.
Según alerta un informe de la empresa rrusa FACCT, el SIM swapping fue en aumento durante 2023, aprovechando la transición a tecnología eSIM. Ese año se registraron más de un centenar de intentos de acceder a las cuentas personales de los clientes en servicios en línea en una sola institución financiera, este tipo de instituciones son las apuntadas principalmente luego del clonado de eSIM.
Ser víctima del intercambio de eSIM puede tener graves consecuencias para la seguridad y privacidad de los usuarios. Algunas de las amenazas incluyen:
Robo de identidad digital: los ciberdelincuentes pueden obtener acceso a las cuentas digitales de la víctima, incluidos los correos electrónicos, las redes sociales y la banca, comprometiendo su identidad digital y exponiendo información personal y financiera.
Fraude financiero: con acceso a los servicios bancarios en línea de la víctima, los delincuentes pueden realizar transacciones, transfiriendo fondos ilegalmente y comprometiendo su estabilidad financiera.
Extorsión y chantaje: los ciberdelincuentes pueden utilizar el acceso a los mensajes y contactos de la víctima para llevar a cabo extorsión o chantaje, amenazando con revelar información confidencial o comprometedora.
Daño reputacional: en caso de que los ciberdelincuentes utilicen el acceso a la cuenta de la víctima para difundir información falsa o dañina, puede resultar en daños a la reputación personal y profesional.
Por ello, ESET comparte algunas medidas que se pueden tomar para protegerse y evitar el robo del número de teléfono:
Nunca utilizar la verificación en dos pasos a través de SMS: de todas las formas de proteger un eSIM, la cuenta de WhatsApp o las redes sociales, la verificación por SMS es desaconsejada Con acceso al número, el ciberdelincuente podrá piratear sus otras cuentas con facilidad al recibir el código de seguridad por mensaje de texto. Se recomienda utilizar siempre aplicaciones de token de acceso para proteger las cuentas.
Habilitar la verificación en dos pasos en WhatsApp: abrir WhatsApp; Seleccionar «Menú» (los tres puntos) y luego en «Configuración»; Tocar «Cuenta», «Verificación en dos pasos»; Establecer un código PIN de seis dígitos, que se pedirá cuando se inicie sesión en WhatsApp. La aplicación solicita al usuario el código de vez en cuando, para asegurarse de que alguien más no lo esté usando; También se puede configurar una dirección de correo electrónico para recuperar el PIN en caso olvidarlo. En algunos casos, WhatsApp puede pedir agregar un correo electrónico de recuperación si se olvida el código. Es extremadamente importante que este correo electrónico también esté protegido por la verificación en dos pasos que no sea a través de SMS.
Prestar atención al phishing: el intercambio de SIM se basa especialmente en estafas de phishing, como correos electrónicos y mensajes sospechosos. Dado que se trata de una estafa vinculada a la ingeniería social, es importante tener cuidado con los contactos extraños.