La cerveza es la tercera bebida más consumida del mundo, pero la mayoría desconoce que, para su fabricación, se requieren más de 10 litros de agua por cada litro producido, sin contar la necesaria para producir cebada y lúpulo que pueden utilizar hasta 180 m3 de agua por m3 de cerveza.
Debido a la alta demanda de recursos naturales a nivel global, en el marco del Día Mundial del Reciclaje, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2005, es importante retomar el tema de la economía circular, específicamente del agua.
Uno de los mejores ejemplos para hablar de ello es el de la Cervecería Čížová, una micro-cervería ubicada en la localidad del mismo nombre en República Checa, al sur de Bohemia la cual, en 2019, de la mano de Veolia, empresa líder en soluciones ambientales, elaboró la primera cerveza de agua reciclada (ERKO).
Veolia fue la encargada de recuperar las aguas residuales en una planta de tratamiento en Praga, para luego tratarlas utilizando su propia unidad móvil de recuperación de agua de membrana, suministrada por la empresa de diseño y construcción de Veolia llamada Memsep.
De acuerdo con Ondřej Beneš, director de Memsep y responsable del proyecto, explicó que “la secuencia de tratamiento incluye los procesos clásicos de coagulación, seguido de ultrafiltración y ósmosis inversa, donde membranas sintéticas ultra-finas actúan de filtro a través del que pasa el agua y en los que queda retenida la materia en suspensión, así como microorganismos y los virus. A continuación, el agua es filtrada a través de carbono activo granular y luego desinfectada. La ventaja de la tecnología de membranas es que la filtración no requiere la adición de sustancias químicas y los nuevos tipos de membranas tienen un bajo consumo energético”.
Después de este proceso, el agua regenerada es transportada a la micro-cervecera de Čížová, donde es utilizada para producir la cerveza ERKO. Tan solo en el mes de mayo de 2019, la reutilización de agua permitió la producción de 15 hectolitros de cerveza.
En cuanto al sabor, los resultados superaron las altas expectativas de la cervecera. En palabras del maestro cervecero de Čížová: “es simplemente imposible notar la diferencia entre la cerveza producida con agua regenerada y la elaborada por los métodos tradicionales”.
En la lucha por la sensibilización mundial sobre los temas relativos al agua y reciclaje, la micro-cervecería checa reconoce que existen grandes barreras en las personas, sobre todo psicológicas, para ingerir bebidas con agua reciclada, es por ello que eligieron uno de los productos más consumidos en el mundo para romper los estigmas que actualmente existen.
Esta práctica, que además impulsa la economía circular, se ha puesto en el foco de interés de los fabricantes cerveceros de todo el mundo que buscan soluciones para preservar un recurso tan valioso como el agua, sobre todo, debido a la escasez que se vive a nivel global.
La economía circular es una tendencia innovadora que permite la preservación y gestión de recursos naturales a través del máximo aprovechamiento y la extensión de su ciclo de vida, tal como Veolia pudo lograrlo en República Checa.
En el caso de México, gracias a los sistemas tecnológicos que Veolia implementa alrededor del mundo, en 2023 logró abastecer a 1.8 millones de mexicanos con más de 104 millones de m3 para el consumo humano. Esto sin mencionar los más de 178 millones de m3 de agua tratada para el reuso urbano, comercial e industrial.
Actualmente, las tecnologías modernas (proporcionadas a menudo por Veolia) permiten reducir la cantidad de producción de cerveza de 10 a 3 litros. Sin embargo, hace falta continuar sensibilizando a las personas e industrias para que apuesten por aliados cuya operación en tecnologías o plantas permitan el máximo aprovechamiento de los recursos, así como contrarrestar su escasez.