Los nuevos datos de pobreza laboral difundidos por Coneval confirman que la raíz de la pobreza es laboral: 36 por ciento de la población, 46.4 millones de personas, carecen de ingreso laboral suficiente para superar la pobreza extrema.
La reducción de 39.6 a 35.8 por ciento entre 2019 y 2024 es un avance, pero no definitivo. Todavía más de la tercera parte de la población no gana lo suficiente para comer. Su ingreso laboral es inferior al costo de la canasta alimentaria; es decir, no superan el umbral de la pobreza extrema.
La reducción entre 2019 y 2024 son 3.8 puntos porcentuales en 5 años, esto es 0.75 puntos por año en promedio. De continuar esta tendencia al mismo ritmo, se requieren 47 años para erradicar la pobreza laboral. Es decir, para que ya no haya personas que ganen menos del costo de la canasta alimentaria para su familia.
Al respecto, la organización civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza insiste en que la raíz de la pobreza es estructural y para afrontarla se requieren acciones y estrategias distintas a las que se han implementado sexenio tras sexenio; pues está documentado que los programas de transferencias monetarias son un paliativo, no la solución.
Y eso requiere concertación y diálogo social. No se puede lograr por decreto. Hasta ahora el incremento al salario mínimo general no cubre lo necesario para que una persona pueda sostener a su familia por encima de la línea de pobreza. Se ha postergado su recuperación en todo el país, salvo en la frontera norte, donde hace ya 2 años alcanzó el nivel suficiente.
También se han postergado las acciones que permitan la incorporación de mujeres y jóvenes al trabajo formal en condiciones dignas, al no aprobar la creación del sistema de cuidados para facilitar la incorporación laboral de mujeres y al priorizar las transferencias monetarias en lugar de una real capacitación y formación para el trabajo para jóvenes.
Además de que hay evidencia empírica y denuncias sobre su sesgo de selección, sobre el uso clientelar y electoral practicado por los operadores políticos con la estructura de los “servidores de la nación”. También han aparecido denuncias fundamentadas de posibles desviaciones de los recursos y registro de beneficiarios “fantasma”.
En realidad, no hay programas de cobertura universal, salvo las pensiones para personas adultas mayores. El resto de los programas están focalizados, sólo que la selección no se hizo con criterios objetivos y transparentes.
En este contexto, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó a las candidaturas presidenciales 5 propuestas para ir a la raíz de la pobreza, que en este contexto resultan aún más relevantes: Un nuevo acuerdo laboral, que vincule mejores salarios; crear un sistema de protección social universal; creación del sistema de cuidados; política integral de empleabilidad para jóvenes; fomento a la economía social.