Hand holding light bulb against nature on green leaf with icons energy sources for renewable, sustainable development. Ecology concept. Elements of this image furnished by NASA.

Como todos los sectores económicos, el farmacéutico enfrenta desafíos en términos de sostenibilidad e impacto ambiental. Por ello, la integración de fuentes de energía renovable, como solar, es una alternativa que mitiga sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

“Al aprovechar la energía solar para el suministro de electricidad, las farmacéuticas pueden avanzar hacia una mayor sostenibilidad y contribuir de manera significativa al logro de sus objetivos de descarbonización”, afirmó Santiago Villagómez, CEO de Energía Real, empresa mexicana líder en producción de generación distribuida.

De acuerdo con la organización Salud sin Daño, el sector de la salud es responsable del 4.4% de las emisiones de GEI a nivel mundial, lo que equivale a las emisiones de 514 centrales eléctricas de carbón.

Ante este panorama, es crucial que la industria farmacéutica combine su responsabilidad en materia de salud con la protección del medio ambiente, resolviendo sus necesidades de energía eléctrica con servicios de un alto contenido renovable, como la generación distribuida.

Recurrir a esta alternativa contribuiría a reducir su impacto ambiental y sería un paso importante para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que promueven el uso de fuentes de energía limpia.

La implementación de generación distribuida, que produce electricidad limpia mediante paneles solares, surge como una estrategia efectiva para reducir el impacto ambiental asociado, en este caso, con el sector salud.

El uso de energía solar en sus procesos podría traer a la industria farmacéutica un ahorro de hasta el 40% en su gasto de electricidad mensual. Además, Energía Real asegura una reducción de hasta el 100% de las emisiones de CO2.

Dichos ahorros en el consumo de energía permiten que las empresas farmacéuticas ofrezcan mayores beneficios a sus clientes, pues los productos fueron fabricados mediante procesos sostenibles.

“La generación distribuida también ofrece autonomía energética a las farmacéuticas, ya que pueden tener un control de su consumo mediante cuotas fijas; además, aportan a la producción de electricidad más verde en el país”, añadió Villagómez.

Según datos de la Secretaría de Energía (SENER), sólo el 31.2% de la electricidad se generó a partir de fuentes limpias, mientras que el resto se produjo a través de métodos tradicionales basados en combustibles fósiles.

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