Se dio a conocer que el dinamismo que conlleva el nearshoring ha logrado que México se coloque como el segundo productor mundial de autopartes al desbancar a Alemania y solo estar detrás de Japón.
Francisco González, presidente Ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), destacó el momento fenomenal que atraviesa la industria automotriz mexicana. En Norteamérica, México provee el 42 por ciento de las partes utilizadas en vehículos en Estados Unidos y Canadá, generando aproximadamente 110 mil millones de dólares en divisas, crecimiento que ha impulsado una mayor demanda de personal, mejores salarios y condiciones laborales, consolidando a México como un motor económico clave en la región.
Subrayó la importancia de la transición energética y la electromovilidad en la industria de autopartes, así como la necesidad de energías limpias para la producción y carga de vehículos eléctricos, crucial para la sostenibilidad del sector, donde la visión es crear un ecosistema donde la producción de autopartes y vehículos sea completamente sostenible y tecnológicamente avanzada.
González abordó el tema del nearshoring y la colaboración internacional, destacando la atención que México ha recibido de empresas globales porque a pesar de las tensiones comerciales, se mantienen relaciones sólidas con países como Taiwán, India, Singapur y Japón, atrayendo inversiones significativas.
En el caso del estado de Querétaro, se señaló que el sector de autopartes en la entidad, en 2023 tuvo una estimación de producción de 8 mil 600 millones de dólares, con un crecimiento del 12 por ciento en 2024.
Cabe mencionar que el 63.6% de las empresas pertenecientes al Clúster Automotriz de Querétaro prevén ampliar sus operaciones durante este año.
De acuerdo con información de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Querétaro fue el quinto estado con mayor valor de producción en la industria, solamente se ubicó por debajo de Coahuila, Guanajuato, Nuevo León y Chihuahua.
Se estima que a nivel nacional, el nearshoring ayudará a aumentar un 30% las ventas en el sector automotriz y reducir hasta un 25 por ciento los costos operativos, de acuerdo con estudios de McKinsey y Deloitte.