Un reciente estudio de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) revela que 91 por ciento de los parques industriales del país experimentaron fallas en la provisión de energía durante el año pasado, principalmente en regiones clave, como Ciudad de México, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco.

La problemática se agrava aún más al considerar que el sector industrial es responsable del 62 por ciento del consumo eléctrico nacional, según datos del PRODESEN.

Cabe mencionar que la industria mexicana (actividades secundarias como la minería, manufactura, y construcción) aporta 32 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) según datos del INEGI, pero se enfrenta a un panorama desafiante en materia de suministro eléctrico y energético.

El fenómeno del nearshoring, que traslada procesos, servicios y producción de una zona a otra que implique menor distancia geográfica, ha reconfigurado los paradigmas de la industria y el comercio, y ha fortalecido a México como socio de Estados Unidos.

Sin embargo, esto presenta también retos para los parques industriales del país, que, como señala la AMPIP, han pasado de ser 273 en 2019 a 460 hacia finales de 2023; es decir, un crecimiento de casi 70 por ciento en sólo cuatro años.

Lo anterior significa un importante reto de suministro de energía en estos complejos, que en la actualidad consumen 9,900 gigawatts-hora al año y cuya demanda seguirá creciendo, lo que implicará mayor infraestructura de generación, transmisión y distribución.

En este contexto, se debe resaltar la implementación del proyecto “Net Zero Fund”, un fondo de 50 millones de dólares para financiar la instalación de paneles solares y sistemas de almacenamiento de energía en propiedades industriales en todo México, se han cerrado contratos de Power Purchase Agreement (PPA) de energía solar con diferentes compañías.

Los sectores automotriz y de manufactura han sido los primeros en adoptar este modelo. Los contratos abarcan estados industrializados como Nuevo León y Querétaro, con una generación promedio de 856 megawatts-hora por sitio en el primer año, lo que equivale a mitigar 498 toneladas de CO2 o plantar 37 mil árboles.

El último reporte de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro señala que existen 82 parques industriales en la entidad, un incremento del 17 por ciento a diferencia del 2022. Los municipios que concentran la mayor cantidad de estas instalaciones son Querétaro capital, Colón, Pedro Escobedo, Corregidora y san Juan del Río, que en su mayoría cuenta con sistemas propios de energía para evitar afectaciones mayores a su productividad.

En numerosos casos los parques industriales sufren al depender del sistema eléctrico nacional, pues no les permite garantizar un servicio constante a sus usuarios. Como parte de la solución, las microrredes están integradas por sistemas de producción de energías limpias y baterías de almacenamiento, lo que permite el suministro de energía confiable y económica, con lo cual las empresas pueden ahorrar hasta un 30 por ciento en sus costos de electricidad.

Ena Gutiérrez, directora de Nuevos Negocios de la empresa de energía Enlight, declaró que “existen grandes oportunidades en los parques industriales, ya que muchos aún no cuentan con una alternativa a la red eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El nearshoring trae consigo la creciente instalación de empresas, las cuales tienen objetivos claros de producción y metas ambientales, derivadas de sus compromisos ESG. México enfrenta desafíos de infraestructura, los cuales empujarán el desarrollo de la generación distribuida a través de soluciones renovables como lo son las microrredes con generación fotovoltaica”.

Por su parte, René Morlet, director de Proyectos Industriales de JLL México, declaró que el agua es otro elemento esencial para el funcionamiento adecuado de las industrias y en casos como los estados del bajío, como Querétaro, se tiene un gran desarrollo de parques industriales que nacen con nuevas políticas ambientales, uso de energía renovable, plantas de tratamiento de agua, sistemas de recolección y reciclado de residuos, aunado a que las industrias ya existentes se han modernizado en estos sectores.

Ante las nuevas políticas de reciclado de agua y no tener a las industrias conectadas a los pozos de agua dulce; hemos presenciado un nuevo modelo de reventa de agua tratada de industria a industria. Añadió que este modelo se observa con más frecuencia en Hidalgo, Coahuila, Guanajuato, Aguascalientes, Chihuahua y Baja California Norte, seguido de otras entidades como Querétaro.

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