La pureza del agua es esencial para la salud humana, pero con frecuencia, este vital recurso está amenazado por contaminantes que pueden provocar graves problemas de salud.
Frente a los alarmantes resultados del «Análisis de la Calidad del Agua 2024», solicitado por la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación, Agua en México, que revela que el 77.5% de las purificadoras en la CDMX han deteriorado su calidad en comparación con 2021, y el cierre de varias de estas debido a condiciones insalubres detectadas por la Agencia de Protección Sanitaria, los expertos de PURA, líderes en innovación de purificación de agua, ofrecen consejos valiosos para garantizar un agua segura en los hogares:
Verificación visual y sensorial: Antes de consumir, es crucial inspeccionar el agua en busca de signos de turbidez, partículas, sedimentos, cambios de color o olores extraños. Un olor a cloro es típico en el agua tratada, pero un olor a azufre puede indicar contaminación.
Kits de prueba de agua: Disponibles en ferreterías y tiendas en línea, estos kits incluyen tiras reactivas que miden la presencia de cloro, nitratos y otros contaminantes mediante cambios de color, representando una primera línea de defensa indispensable para las familias conscientes de la calidad del agua que consumen.
Vigilancia de la salud: Es fundamental estar atentos a síntomas como irritaciones de la piel, alergias o problemas gastrointestinales, que pueden ser indicativos de problemas con el agua.
Almacenamiento adecuado del agua: Para evitar el crecimiento bacteriano, es recomendable guardar el agua purificada en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa y fuentes de calor. Además de que las altas temperaturas contribuyen a romper los enlaces químicos en plásticos como el de las botellas, los cuales se trasladan al líquido contenido.
Purificadores de agua: Como una solución efectiva, los purificadores de agua eliminan una amplia gama de contaminantes. Esta opción no solo es más económica y ecológica que comprar agua embotellada constantemente, sino que también reduce significativamente el consumo de plástico. Según un estudio con el Fondo Mundial para la Naturaleza, el uso habitual de botellas de plástico contribuye a la ingestión semanal de 5 gramos de microplásticos, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito por persona.
“Implementar purificadores en los hogares no solo evita el consumo anual de aproximadamente 200 botellas de plástico por persona y hasta dos mil garrafones de 20 litros, sino que también permite a las familias tomar un rol activo en la protección de su salud y el medio ambiente. Es esencial adoptar métodos de verificación efectivos para asegurar la calidad del agua que consumimos”, destaca Leandro Barrionuevo, experto de PURA.
Estas medidas no solo garantizan el acceso a agua segura y limpia sino que también fomentan una forma de consumo más consciente, saludable, más sostenible y responsable en la gestión de nuestros recursos hídricos.