El auge de la industria del tatuaje en México ha sido exponencial, impulsado por la creciente demanda y la evolución constante de las habilidades de los artistas del tatuaje. Por la importancia que representa el sector, el 17 de julio se conmemora el Día Internacional del tatuaje, cuyo oficio genera un importante ciclo de valor, así como oportunidades de empleo y fomenta una comunidad de artistas dedicados a perfeccionar este arte y contribuir a la economía creativa del país.
La evidencia más antigua de tatuajes en el país proviene de una momia del periodo Posclásico, encontrada en la Sierra Mixteca, Oaxaca, que presenta tatuajes geométricos en negro en ambos brazos. Esta práctica ha evolucionado significativamente desde entonces, reflejando una mezcla de influencias culturales y tendencias modernas.
Entre los jóvenes en México la diversidad de tatuajes es notable, desde diseños minimalistas y geométricos hasta elaborados y coloridos, reflejando una variedad de tendencias que expresan su identidad y creatividad. En 2023, el mercado de tatuajes en el país alcanzó un valor de 1.74 mil millones de dólares, impulsado por los avances tecnológicos en las máquinas de tatuar.
Así pues, las principales tendencias que están incentivando este crecimiento incluyen tatuajes hiperrealistas de pequeño tamaño, tatuajes neotradicionales con colores vibrantes y detalles modernos, tatuajes efímeros que duran entre 9 y 15 meses, y tatuajes que incorporan chips y tecnología. Estas innovaciones están capturando la atención de un público diverso, consolidando aún más la posición del tatuaje como una forma de arte en evolución.
Tan solo en 2023, el 32% de los mexicanos tenían al menos un tatuaje, según un estudio de la UNAM. La legislación también ha avanzado, con la aprobación en 2007 de la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México, que busca proteger a aquellos con modificaciones corporales.
Este negocio genera oportunidades para las nuevas generaciones y permite obtener un recurso económico, pues el costo de los tatuajes varía ampliamente, desde 700 MXN hasta 9,000 MXN, dependiendo de factores como el color y tipo de tinta, la ubicación del tatuaje y la complejidad del diseño.
Los datos económicos y la rica historia del tatuaje en México subrayan la importancia cultural y económica de esta industria en constante crecimiento. Por lo que es importante reconocer tanto su impacto histórico como su futuro prometedor en la generación de empleos e ingresos económicos.