Por años la gastronomía mexicana se ha posicionado como una de las diez mejores a nivel mundial en el gusto de los comensales. De norte a sur, y de este a oeste podemos encontrar platillos típicos que inspiran momentos, historias, pasajes, y que a pesar de que estamos en un mismo país, algunos cambian su forma de preparación, ya sea por las costumbres o las tradiciones.
Hablar de Celaya es pensar rápidamente en la cajeta, un dulce tradicional que a muchos nos encanta por su sabor exquisito a leche con canela que se puede acompañar con un pan, galleta o crepa favorita, pero en esta bella ciudad no todo es cajeta, también existe un platillo de origen ancestral y que cuenta la leyenda que la propia Virgen de Guadalupe otorgó a los lugareños.
Se dice que esto sucedió en la inauguración del templo que se edificó en honor a la Virgen de Guadalupe, cuando los habitantes del barrio de Tierras Negras no sabían qué ofrecer de comer a los invitados, pues se comentó que una jovencita, acompañada de una mujer mayor que no eran del lugar, les enseñaron la receta de esa comida que deleitó a todos los asistentes, y posterior a ello ya no las volvieron a ver hasta que notaron el enorme parecido que tenían con las imágenes de la Virgen de Guadalupe y de Santa Ana, coincidencia o no, se encuentran una a lado de la otra, en el altar principal del templo.
¿Cómo se preparan la gorditas de Tierras Negras?
Son elaboradas con harina de maíz y van rellenas de «migajas», que son restos de carnitas de cerdo, o de queso con chile guajillo. Se les puede poner frijol, nopales, o diversos guisos como papas con chorizo, chicharrón en salsa, pollo con mole, nopales con carne o cualquier otro platillo.
Estas tradicionales gorditas de Tierras Negras forman parte del acervo gastronómico de Celaya y en este 2024 cumplieron 200 años existencia. Las típicas las encontrarás en la calle Jiménez del Barrio de Tierras Negras y en el Mercado Cañitos (que es parte del mismo barrio), pero también se encuentran en otros mercados, tianguis, en distintos negocios de la ciudad y en la Calzada Independencia.
Sin duda un pretexto más para visitar “La puerta de oro del Bajío”, como también se le conoce al municipio de Celaya.