En la continua lucha por cuidar la salud de los adultos mayores, un enemigo silencioso acecha en el aire que respiramos: el virus sincitial respiratorio (VSR). Aunque tradicionalmente es asociado con las enfermedades respiratorias infantiles, durante los últimos años el VSR ha surgido como una seria amenaza para los adultos mayores, especialmente aquellos con condiciones médicas subyacentes y/o sistema inmunológico debilitado.

Al año se presentan mundialmente 33 millones de nuevos casos por enfermedad no severa por VSR en menores de 5 años y 96% de estos casos ocurren en países en vías de desarrollo. En nuestro país, el VSR fue el tercer virus con mayor circulación durante la temporada de otoño e invierno 2023 (después del virus de la influenza y del SARS-CoV2, causante de COVID-19).

Durante 2023 se observó un incremento de la circulación de ORV, con un predominio de casos y hospitalizaciones por VSR. En este contexto, los adultos que tienen mayor riesgo de contraer una infección grave por el VSR incluyen:

Adultos mayores.

Adultos con sistema inmune debilitado.

Adultos con algunas otras afecciones subyacentes y otras condiciones como son: asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o insuficiencia cardiaca congestiva. 

Adultos que viven en casas de retiro o establecimientos de cuidados a largo plazo, debido a la presencia de factores de riesgo comunes que los hace propensos a contraer infecciones respiratorias. 

Esta vulnerabilidad los hace propensos a enfrentar complicaciones derivadas del VSR, que van desde hospitalizaciones por problemas respiratorios hasta el desarrollo de neumonía o bronquiolitis. No obstante, existen medidas de prevención cotidianas para cuidar la salud y evitar este virus, como: 

Lavarse las manos con frecuencia. 

Evitar el contacto cercano con personas enfermas. 

Cubrirse la nariz y la boca al toser y estornudar.

Limpiar las superficies que se tocan con frecuencia. 

Quedarse en casa si está enfermo. 

De acuerdo con el Dr. Sigfrido Rangel, director Médico de GSK México, “los adultos de 50 años en adelante a quienes, por el simple hecho de envejecer, su sistema inmune se debilita de manera normal y paulatina, se recomienda que adopten un estilo inmunotfitness como parte de su rutina para mantener un estilo de vida saludable que ayude a reforzar su cuerpo y de esta manera reducir el riesgo de contraer enfermedades que causen riesgos y complicaciones relacionadas con la edad”.

Cuando el sistema inmunológico es capaz de adaptarse a las situaciones que se le presentan de manera adecuada, es resistente y logra tener una respuesta inmune adecuada, se le define como inmunofitness.5 Al mantener una continua atención en la prevención y el cuidado durante la etapa adulta (alimentación saludable, actividad física regular bienestar mental, entre otros), contribuimos significativamente a preservar el bienestar de nuestra salud. 

El conocimiento y la acción son nuestras mejores herramientas para combatir la propagación del virus sincicial respiratorio (VSR). Al informarnos sobre sus riesgos, implementar medidas preventivas y promover una cultura de cuidado y conciencia, podemos ayudar a proteger a nuestros seres queridos y aquellos más vulnerables. Mantenerse informado es esencial para salvaguardar la salud de los adultos y tomar medidas preventivas adecuadas. 

 

 

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