Para el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) , existen diversas situaciones que frenan la confianza empresarial y creación de más empleos. Las cifras de los indicadores de confianza empresarial muestran hasta julio varios meses con cifras negativas, mientras que el indicador global de la actividad económica muestra una clara tendencia a la baja.
En materia laboral, los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), muestran que en junio la población ocupada sumó 58.9 millones de personas, lo que significó un aumento de solo 273 mil ocupados respecto al mismo mes del año pasado, que fue su menor avance desde que inició su repunte tras la pérdida de empleos que propició la pandemia.
Este modesto avance anual refleja, en principio, un comportamiento favorable de la composición del mercado laboral toda vez que, por una parte, la ocupación formal aumentó en 1.1 millones de personas, mientras que la informal se contrajo en 0.8 millones.
Sin embargo, se aprecia que la población ocupada en junio se redujo en 863.9 mil personas, como consecuencia de una baja de 830 mil en ocupación informal y 33 mil en la formal, lo que pareciera reflejar la dificultad que tiene la economía de crear los suficientes empleos.
Cifras más actualizadas publicadas por el IMSS, indican que en julio el número de trabajadores registrados aumentó en solo 12,344, después de dos meses consecutivos con pérdidas.
Esto implica que al mismo mes del año pasado el total de registros aumentó en 446.4 mil que, excluyendo las caídas de 2009 y 2021 ocasionadas por la crisis y la pandemia, es la segunda cifra más baja para el mismo periodo desde 2008.
De esta manera, en los primeros siete meses del año se acumuló un total de 307.4 mil nuevos registros, lo que igualmente fue uno de los más bajos en varios años.
No hay duda de lo benéfico que resulta para la población tener mayores oportunidades de ocupación, pero de igual importancia, es que esta sea de calidad que permita a los trabajadores satisfacer sus necesidades familiares.
Para el CCE, la posición del gobierno federal es fundamental para asegurar el mejor ambiente de negocios que permita a las empresas desarrollarse al máximo, de tal manera que se asegure la creación de empleos de calidad.