El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) informa que la incertidumbre y desconfianza sobre la economía nacional continúan aumentando frente al debilitamiento que muestra la evolución de los principales indicadores económicos, un posible estancamiento de la economía de los Estados Unidos, pero en especial por la preocupación de las consecuencias que puede tener la aprobación del Plan C.
En ese contexto, las expectativas continúan ajustándose a la baja. Ahora fue la Cepal quien corrigió su pronóstico de crecimiento para México al ubicarlo en 1.9 por ciento para este año, seis décimas por debajo de su estimación previa. La preocupación crece cuando la perspectiva de menor dinamismo económico se extiende al siguiente año, para el cual este organismo anticipa un crecimiento de solo 1.4 por ciento.
La visión de los especialistas que participan en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que elabora el Banco de México es muy similar, toda vez que anticipan crecimientos de 1.8 por ciento para este año y de 1.6 por ciento para el siguiente.
A pesar de este entorno, tal parece que su situación frente al proceso de relocalización mantiene a México como un país atractivo para invertir. Al menos así se infiere de la información que publica la Secretaría de Economía respecto a los anuncios Públicos de Inversión.
Con base en este reporte, se informó que del 1 de enero al 31 de julio se identificaron 166 anuncios de inversión por parte del sector privado, lo que significa una expectativa de inversión de 48,035 millones de dólares, que se espera ingresen al país en los próximos dos o tres años.
Diversas opiniones consideran esto como una buena señal. Sin embargo, es prudente tomar con cautela esta información, toda vez que son simplemente anuncios y no una asignación real de capital, hasta ahora.
Se debe tener en cuenta que, de manera acumulada desde el 1 de enero del 2023 al 31 de julio del presente año, los anuncios de inversión suman 544 con una expectativa de inversión de 158,779 millones de dólares.
Aunque no hay un seguimiento de las promesas de inversión y su asignación efectiva, es evidente que esta no ha sido la suficiente para estimular un mayor ritmo de crecimiento y empleo.
Lo preocupante del caso es que tampoco se prevé una asignación real importante de esta inversión en los próximos años, lo cual se intuye de las reducidas expectativas de crecimiento que se tienen y que se siguen corrigiendo a la baja. Los pronósticos de crecimiento para 2025 ya se ubican por debajo del 2 por ciento.
El CCE señala que además de que la relocalización ha puesto a México potencialmente en el lugar más favorable del mundo, se requiere de una economía que funcione eficientemente.
Esto contempla temas como una infraestructura moderna, una política de energía eficiente que garantice el abasto, un ambiente de regulación económica apropiado. Es evidente que la desaparición de órganos autónomos independientes para trasferir sus funciones a secretarías de estado como lo pretende el gobierno simplemente generará malas prácticas y por ende mayor incertidumbre.
De continuar una política que no otorga incentivos, las empresas y las familias seguirán limitadas a las oportunidades que ofrece una economía debilitada basada en decisiones discrecionales a favor del estado.