El economista Mario Di Costanzo señaló que, de acuerdo con un estudio de la UNAM, entre un 10 y 15 por ciento del incremento en los precios de los productos, de los alimentos básicos, obedece al cobro de derecho de piso. Ejemplificó que en 2018 el limón costaba 12 pesos y al día de hoy cuesta 40 pesos, un aumento de más del 200 por ciento.

Afirmó que las ganancias del crimen organizado por cobro de piso ascienden a 200 mil millones de pesos anuales, lo que, dijo, es preocupante ya que para este año la Guardia Nacional tiene asignado 76 mil millones de pesos, por lo que obtiene el crimen organizado más de dos veces ese presupuesto.

Por ello, se busca impulsar una reforma en materia de prisión oficiosa, iniciativa en la que se amplía el catálogo de delitos, entre ellos la extorsión. Detalló que se estiman 4.9 millones de extorsiones al año.

Al respecto, el diputado federal del PRI, Rubén Moreira Valdez, señala que en México opera el fenómeno llamado “narcoinflación”, que genera el crimen organizado a través del cobro por derecho de piso y extorsión a los productores, transportistas y comerciantes.

Debido a esta situación, se elevan los costos de los alimentos, pues el cobro de piso se aplica desde la siembra, distribución o venta de algún producto lícito que posteriormente se traslada y al final del día le cuesta al consumidor.

Expuso la situación que viven los limoneros de Michoacán donde hace una semana un kilo de limón costaba 32 pesos. De ese valor, precisó, se desencadena la extorsión con dos pesos al productor, otra cantidad similar al transportista y cuando llega a la Central de Abastos también le cobran al frutero.

Indicó que, según productores, esos dos pesos que pagaban por el derecho de piso, la delincuencia lo aumentó a cinco pesos, situación por la que se han ido a paro los limoneros.

“El gobernador de Michoacán ¿qué hace por eso? Debería atender el problema de la extorsión. Por otro lado, vemos a Morena en la Cámara de Diputados queriendo poner más penas y hacer más grave el delito de extorsión, es más sencillo que vayan y los pesquen”, enfatizó.

Acusó que, en el país, muchos de los ingresos del crimen organizados no provienen de la siembra y trasiego de drogas, sino del cobro de piso y del dinero público. En una gran cantidad de municipios, en especial en occidente, pasa que los grupos delictivos ponen a los funcionarios, quienes les otorgan las concesiones para obra pública.

 

 

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