El aire de nuestros hogares, aunque parece limpio, está lleno de contaminantes invisibles que pueden afectar nuestra salud, especialmente durante agosto, cuando las alergias están en su punto máximo.
Contaminantes comunes:
Dyson ha descubierto que el aire interior puede ser hasta cinco veces más contaminado que el aire exterior. Entre los contaminantes más comunes se encuentran:
Partículas Ultrafinas: Se encuentran frecuentemente en alfombras, muebles tapizados y ropa de cama. Estas partículas pueden desencadenar alergias y exacerbar el asma.
Compuestos Orgánicos Volátiles (COV): Emisiones gaseosas de productos de limpieza, velas perfumadas, inciensos y aerosoles. Pueden irritar los ojos, la nariz y la garganta, y en algunos casos, dañar el hígado, los riñones y el sistema nervioso central.
Moho y Esporas: Proliferan en ambientes húmedos como baños y cocinas. Las esporas de moho son origen de causar algunos problemas respiratorios e incluso agravar el asma.
Gases Nocivos: Dióxido de nitrógeno (NO2) y monóxido de carbono (CO), generados por cocinas de gas y aparatos de calefacción defectuosos. Estos gases pueden provocar síntomas respiratorios y, a niveles elevados, resultan letales.
Las altas temperaturas del verano es bien sabido que también favorecen la proliferación de ácaros del polvo y el polen, empeorando las alergias. La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) ha mencionado que el final del verano es una época clave donde cada año, se puede notar el aumento de alergias debido al polen de malezas como la ambrosía.
Impacto en la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica la contaminación del aire como uno de los principales riesgos para la salud ambiental, vinculada a enfermedades respiratorias y cardiovasculares. El cambio climático exacerba este problema, aumentando la concentración de contaminantes.
El uso de un purificador en casa: La solución para mantener un aire limpio
En respuesta a estas preocupaciones, muchos hogares están recurriendo a soluciones innovadoras para mejorar la calidad del aire interior. Una opción para esto puede ser contar con purificadores de aire; algunos cuentan con avanzada tecnología como la filtración HEPA, que los destacan como aliados en la lucha contra estos contaminantes invisibles.
Los purificadores de Dyson, por ejemplo, no solo eliminan el 99.97% de partículas ultrafinas, sino que también neutralizan gases nocivos y olores, proporcionando un entorno más saludable para vivir.
Con esta línea de purificadores, de la cual el último en ser presentado fue el Big + Quiet Formaldehyde, Dyson está enfocado en mejorar la calidad de vida mediante la innovación tecnológica.
El Big +Quiet, hace honor a su nombre al funcionar de forma silenciosa, produciendo sólo 56 decibelios de ruido, para ofrecer una proyección de hasta 10 metros, un nuevo filtro de carbono K para capturar 3 veces más el dióxido de nitrógeno (NO2) en comparación con otros filtros.
O también otro ejemplo es el Dyson Purifier Cool Formaldehyde, que cuenta con un filtro HEPA y de carbono activado para atrapar polvo, alérgenos, gases y otros contaminantes. Además, con su tecnología Air Multiplier™ purifica eficazmente toda la habitación, asegurando un ambiente limpio y saludable para disfrutar en casa.
De esta forma, los purificadores se están convirtiendo en una parte integral del compromiso continuo de crear hogares más saludables y sostenibles, proporcionando un lugar seguro y confortable para todos.
En un mundo donde la calidad del aire interior es cada vez más crucial para nuestra salud y bienestar, Dyson busca siempre seguir innovando para ofrecer soluciones efectivas y tecnológicamente avanzadas. Proteger a nuestras familias de los contaminantes invisibles no es solo una opción, sino una necesidad.