En un contexto donde la sostenibilidad alimentaria se convierte en una prioridad global, México no se queda atrás y avanza en regulaciones que fomentan la implementación de procesos que procuran el cuidado medio ambiental. La reciente aprobación de la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible (LGAAS) en el país representa un paso significativo para la industria alimentaria, ya que busca consolidar beneficios tangibles tanto para el planeta como la población.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cada año se duplica la producción de alimentos necesarios para la población mundial, lo cual provoca consecuencias ambientales y sociales significativas como la degradación del suelo, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad.

Frente a este desafío, Veolia, en colaboración con Elabe, lanzó la segunda edición del Barómetro de la Transformación Ecológica. Esta encuesta global revela que el 84% de los mexicanos estarían dispuestos a consumir alimentos sostenibles producidos mediante agricultura que utiliza agua reciclada y busca reducir el riesgo de escasez de agua en el país.

El interés creciente de los consumidores en prácticas sostenibles presenta un desafío y una oportunidad para el sector industrial, que debe equilibrar la eficiencia de producción con la protección del medio ambiente y el cumplimiento de las exigencias sociales. La producción sostenible, que implica procesos de producción y consumo de alimentos que no perjudican al medio ambiente, se ha convertido en una de las tendencias más relevantes en la industria de alimentos y bebidas.

Alianzas que impulsan la sostenibilidad alimentaria

Un ejemplo aplicado que da muestra de los esfuerzos para consolidar procesos sostenibles es el proyecto implementado por Veolia en la planta de Nestlé en Lagos de Moreno, Jalisco. En respuesta a la necesidad de optimizar el uso de recursos sostenibles, reducir la dependencia de agua dulce en una región de estrés hídrico y garantizar la producción de productos de origen lácteo, Veolia desarrolló una solución innovadora para tratar los efluentes de la planta de tratamiento de aguas residuales de Nestlé. Esta fábrica, que requiere aproximadamente 1.6 millones de litros de agua al día, se convirtió en el primer sitio de fabricación «cero agua» de lácteos en el mundo.

Veolia implementó un sistema que permite extraer el líquido de desecho de 1.4 millones de litros de leche fresca procesada diariamente para la producción de leche en polvo. Este proceso no solo busca el reciclaje de agua, también asegura un ahorro del 30% del agua anual utilizada en sus procesos de producción demostrando que es posible alcanzar una producción sostenible sin comprometer la eficiencia. Asimismo, se garantiza el acceso a los recursos necesarios y la mitigación de interrupciones en la producción por acceso insuficiente al agua.

“En Veolia entendemos que apoyar a la industria de alimentos y bebidas en su camino hacia una producción sostenible es fundamental para enfrentar los desafíos ambientales y sociales actuales. Por ello, promovemos la implementación de soluciones innovadoras y eficientes que permitan a las empresas cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible y su responsabilidad social corporativa.”, dijo Paula Berrio, gerente de Desarrollo de Negocio en Veolia México.

El compromiso que se debe afianzar con la sostenibilidad no solo responde a las necesidades actuales, sino que anticipa y soluciona problemas futuros. Con la implementación de tecnologías avanzadas y una visión clara hacia la economía circular, Veolia no solo apoya a la industria alimentaria, sino que también contribuye a la resiliencia hídrica de comunidades enteras, entre muchos otros casos donde se pueden aplicar soluciones que generan un verdadero impacto.

 

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