La inteligencia artificial (IA) ha emergido como un motor para la transformación de múltiples sectores económicos a nivel mundial. En México su potencial es evidente, especialmente en áreas como la logística, la producción, la manufactura y la cadena de suministro. Para que estos sectores puedan aprovechar plenamente los beneficios de esta tecnología, es necesario que se establezcan marcos regulatorios adecuados que aseguren el uso seguro y ético de la IA en México. SimpliRoute, empresa de inteligencia logística, analizó cómo una adecuada regulación de la IA puede impulsar el crecimiento económico de estos sectores.
En México la falta de inversión, regulación y enfoque gubernamental ha limitado el progreso pero, al mismo tiempo, ha creado un entorno donde las oportunidades de mejora son significativas. Aunque existen esfuerzos aislados y algunas empresas han comenzado a integrar la IA en sus operaciones, el país necesita un marco más robusto para competir a nivel global.
De acuerdo con McKinsey, por ejemplo, la adopción de la inteligencia artificial en el ámbito empresarial ha crecido rápidamente a nivel mundial, con un 50% de las empresas incorporando al menos una función impulsada por IA en 2023. En México, aunque la adopción ha sido más lenta, más del 42% de las empresas planean implementar herramientas de IA, y se espera que el mercado mexicano alcance un valor de 3,700 millones de dólares en 2024, un incremento del 30% respecto al año anterior, según Statista Market Insights.
Regulación inmediata, una necesidad del país
Álvaro Echeverría, CEO de SimpliRoute, explicó que uno de los primeros aspectos que necesita regulación es el manejo de la información de los clientes, especialmente en el contexto de la entrega de despachos. “La protección de datos personales es esencial para garantizar la confianza del consumidor y evitar brechas de seguridad que puedan perjudicar a las empresas. Además, es necesario desarrollar estándares claros para la implementación de IA en sectores donde la automatización de decisiones podría tener un impacto significativo, como la estimación de demanda y la atención al cliente”, detalló Echeverría.
La seguridad cibernética también debe ser una prioridad, pues la adopción masiva de IA trae consigo algunos riesgos, como las amenazas a la seguridad de los datos y la posibilidad de que las decisiones automatizadas puedan ser manipuladas.
Impulsores de la IA para el crecimiento económico
El mercado mexicano está comenzando a reconocer las ventajas competitivas que ofrece la IA. La demanda por un stock en tiempo real, la mejor atención al cliente y la disponibilidad de productos para compra son factores que están impulsando a las empresas a adoptar soluciones de IA. Herramientas como SimpliRoute están demostrando cómo la IA puede optimizar operaciones y costos, acelerar la innovación, así como fortalecer la seguridad.
En este mismo sentido, un ejemplo claro es que la IA está impulsando la consolidación del nearshoring en México al facilitar el potencial de posicionarse como una opción viable en términos de capacidad y velocidad competitiva frente a los mercados offshoring. La colaboración entre el gobierno y las empresas para establecer aliados productores y manufactureros en mercados locales es fundamental para desarrollar prácticas sostenibles.
“Para garantizar un desarrollo sostenible y ético de la inteligencia artificial, es fundamental que tanto los legisladores como las empresas y los profesionales del sector adopten una visión clara de su alcance. Necesitamos leyes que protejan los datos personales de manera eficaz, sin obstaculizar la innovación empresarial. Además, es indispensable fomentar el desarrollo local de soluciones, especialmente en industrias donde su impacto puede transformar significativamente la competitividad”, explicó Álvaro Echeverría.
México tiene un gran potencial para convertirse en un líder en la adopción de IA, especialmente en sectores clave, sin embargo para que esto sea una realidad, es necesario un marco regulatorio robusto. Con la adecuada regulación y apoyo de los gobiernos, el crecimiento económico posicionará a México como un mercado cada vez más competitivo a nivel global.