El término «naranja» se asocia a la creatividad y la cultura, siendo un color vibrante y dinámico que simboliza la innovación y la energía. En sintonía con esta tendencia, Converse lanzó a nivel mundial la iniciativa Converse ALL STARS durante la pandemia. Este proyecto reúne talentos de diversas áreas cuyos trabajos benefician a sus comunidades. Desde 2020, los jóvenes que forman parte de esta iniciativa reciben cada mes conversatorios y talleres diseñados para potenciar sus proyectos y convertirlos en realidad. La mayoría de los participantes provienen de profesiones centradas en las artes, el diseño, la ilustración, la fotografía y la música, creando un semillero de talento que se suma a la economía creativa y al capital intelectual.
La economía naranja, también conocida como economía creativa, surgió en la década de 1980 como un concepto destinado a describir y valorar el impacto económico y social de las industrias culturales y creativas. Este concepto abarca una amplia gama de industrias, incluyendo las artes, la cultura, los medios, el diseño, la moda, el entretenimiento, la arquitectura, la publicidad y las tecnologías digitales, involucrando desde la producción hasta la distribución de bienes y servicios creativos.
Este año, Converse amplió su convocatoria a través de redes sociales, invitando a jóvenes a inscribirse y participar. En agosto, se revelaron los 25 jóvenes que conforman la generación 2024-2025 a través de sus redes sociales.
El impacto económico de la economía creativa es notable, ya que contribuye al crecimiento económico, la creación de empleo, y fomenta la innovación, abriendo puertas a nuevos modelos de negocio, especialmente en los espacios digitales y culturales. Iniciativas como Converse ALL STARS México son un ejemplo de cómo se puede impulsar el talento mexicano, participando en el desarrollo de esta economía a través de la exposición de tradiciones e identidades culturales. Al mismo tiempo, se fomenta el intercambio de ideas y expresiones culturales a nivel global, proyectando el talento nacional en el escenario mundial.
Además, la economía naranja tiene un impacto social significativo, promoviendo la inclusión y empoderando a las comunidades, convirtiéndose en una plataforma para voces y narrativas diversas.