El 28 de agosto de 2024, Hilo Negro participó en una cena conmemorativa de magnitud histórica, organizada en Sonia Restaurante del chef Edgar Delgado por Food&Travel Experiences. Esta velada, que contó con la dirección y narración del renombrado historiador Pedro Fernández, se centró en una de las tragedias más significativas del siglo XX: la bomba atómica y los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Este evento conmemoró el impacto devastador de los ataques y ofreció una oportunidad para reflexionar sobre sus implicaciones a través del arte de la vinificación y la gastronomía.
Hilo Negro, conocido por su cuidadosa selección de vinos y su compromiso con la excelencia, ofreció una experiencia sensorial que acompañó a los asistentes en un viaje a través de la historia. Cada vino elegido para la ocasión complementó los platos preparados por el Chef de Sonia Restaurante, resonando con el tema central de la noche: el poder destructivo y las consecuencias duraderas de la bomba atómica. La selección de vinos de Hilo Negro, con sus distintas etiquetas y perfiles de sabor, proporcionó una narrativa paralela a la historia que se estaba contando.
La cena comenzó con el vino blanco Invisible Reforzado, un ejemplo perfecto de la elegancia y la sofisticación que Hilo Negro aporta a sus creaciones. Con sus notas cítricas de pomelo y manzana verde, complementadas por sutiles toques minerales, este vino ofreció un inicio refrescante para la velada. Servido junto con una entrada de mantequilla de caviar en una lata metálica evocadora de las raciones de los soldados, el Invisible Reforzado estableció el tono para una noche de profunda reflexión. La primera parte de la charla de Pedro Fernández se centró en el Proyecto Manhattan y la creación de la bomba atómica, proporcionando a los asistentes una visión detallada de cómo se gestó este artefacto de destrucción masiva.
A medida que la cena avanzaba, el vino rosado Tricot de Hilo Negro tomó protagonismo. Este vino, caracterizado por sus frescas notas de fresa, cereza y un toque floral, acompañó a los asistentes durante la segunda parte de la plática. Pedro Fernández abordó el horror de los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki, eventos que dejaron una marca indeleble en la historia con aproximadamente 214,000 víctimas. La combinación del Tricot con un taco de papada de cerdo confitada, paté de lobina, aguacate y chile habanero tatemado, ofreció una experiencia sensorial que resonó con la intensidad y la tristeza del tema discutido.
El plato fuerte de la noche, un mole negro con carnitas de guajolote y chutney de plátano, fue maridado con el vino Ribeteado Magnum de Hilo Negro. Este vino, con sus intensos sabores de grosella, frutos negros y un delicado toque de roble, proporcionó un equilibrio perfecto con el profundo análisis de las repercusiones de los bombardeos atómicos. A medida que los comensales disfrutaban de este rico plato, Pedro Fernández exploraba el impacto prolongado de la bomba en la humanidad, abordando cómo el conflicto nuclear ha influido en la política, la sociedad y la cultura global.
La combinación de la gastronomía de Sonia Restaurante y los vinos de Hilo Negro además de ofrecer una experiencia culinaria de primera clase, permitió a los asistentes reflexionar sobre uno de los episodios más oscuros de la historia moderna. Hilo Negro tuvo un papel de suma importancia en esta velada conmemorativa, proporcionando vinos que enriquecieron la experiencia y ayudaron a contextualizar la historia que se compartió.
El evento también sirvió como un recordatorio de la importancia de la memoria histórica y el papel que cada uno de nosotros desempeña en la construcción de un futuro más pacífico. A través de la combinación de vino, comida e historia, Hilo Negro, Sonia Restaurante y Food&Travel Experiences crearon una noche inolvidable que no solo celebró la maestría culinaria, sino que ofreció una plataforma para la reflexión profunda sobre las lecciones que nos deja el pasado.
Con una serie de vinos cuidadosamente seleccionados que se alinearon perfectamente con cada etapa de la cena, Hilo Negro reafirmó su compromiso con la calidad y la experiencia sensorial. La noche fue un testimonio del poder de la historia y el vino para unirnos en la reflexión y el entendimiento, haciendo de esta cena conmemorativa un evento verdaderamente significativo.
Hilo Negro continuará ofreciendo experiencias únicas que combinan lo mejor de la historia, la gastronomía y el arte del vino. La velada en Sonia Restaurante será recordada como un momento en el que la historia y el presente se encontraron en una celebración de reflexión y entendimiento.