Galería Ana Tejeda presenta Uno, ninguno y cien mil, una exposición del escultor Jorge Ismael Rodríguez, curada por Tania Ragasol. En esta ocasión, Rodríguez expone siete cuerpos de obra inéditos que invitan al espectador a interactuar físicamente con sus paisajes escultóricos, desafiando la contemplación pasiva y abriendo paso a una experiencia activa y reflexiva.
En esta exposición Rodríguez transforma la obsidiana en esculturas que actúan como portales hacia realidades alternativas. Estas piezas permiten al espectador descubrir mundos interiores únicos, construidos a partir de su propio bagaje personal y la interacción con las superficies brillantes y profundas de la obsidiana.
Uno, ninguno y cien mil ofrece en cada pieza una interfaz que refleja la subjetividad del espectador, permitiéndole experimentar la obra desde distintas perspectivas y contextos. Los siete paisajes escultóricos que conforman la muestra invitan a correr el riesgo de «tocar y dejarse tocar», a vivir el presente y a valorar la fugacidad del momento sin la necesidad de trascender.
Tania Ragasol, curadora de la muestra, explica: “Desde la propia travesía existencial durante las búsquedas creativas a lo largo de su práctica profesional y personal, Jorge Ismael nos invita a interactuar subjetivamente con sus universos-portal para sumar percepciones irrepetibles. A recordar el poder de la pausa productiva y el juego para ejercer la autoconciencia desde el poder de la observación”.
Por su parte, Ana Tejeda, directora de la Galería Ana Tejeda, señala: “Nos enorgullece presentar esta muestra de Jorge Ismael Rodríguez, donde el espectador es invitado a ser parte activa de la obra. Nuestra galería se ha comprometido siempre con el arte que estimula y desafía las formas tradicionales de percibir y participar en el mundo del arte”