Las ciudades enfrentan una creciente demanda de agua potable, al tiempo que los sistemas de abastecimiento tradicionales se ven sometidos a una demanda cada vez mayor. Garantizar el acceso y manejo sostenible de este recurso es uno de los mayores desafíos para cualquier proyecto inmobiliario.

En este contexto global, Infiniti Mérida emerge como un ejemplo pionero de innovación en la gestión de este recurso vital. Este desarrollo residencial que actualmente se construye en la capital yucateca e impulsado por Proarquitectura, no sólo redefine los estándares de confort y modernidad, sino que también se posiciona a la vanguardia en términos de sostenibilidad ambiental. Con su aspiración a convertirse en el primer proyecto residencial en México en obtener la pre-certificación EDGE Carbono Cero, está enfocado en reducir las emisiones de carbono, sin comprometer la calidad de vida de sus habitantes.

Uno de los aspectos más notables del complejo habitacional es su enfoque integral hacia el uso eficiente y sostenible del agua. Este proyecto propone un ahorro del 20% en el consumo de este recurso, marcando la pauta en la industria inmobiliaria. Para ello, ha ideado un ciclo cerrado de gestión del vital líquido que abarca desde su captación hasta su retorno al medio natural, demostrando cómo la tecnología y las soluciones basadas en la naturaleza pueden integrarse de manera armoniosa.

“Hemos adoptado el método de ciclo cerrado para asegurar el suministro, a la par que minimizamos el impacto en la red urbana y maximizamos el uso eficiente del agua. En lugar de depender exclusivamente de las fuentes convencionales, implementamos un sistema que aprovecha los mantos freáticos del terreno”, señala Eitan Feinholz, director de proyecto en Infiniti Mérida. “La extraemos, suavizamos y transformamos en potable para su uso en el desarrollo. Posteriormente, es procesada en una planta de tratamiento dentro del conjunto habitacional, lo que permite su reutilización en inodoros, riego de áreas verdes y en un lago artificial. Finalmente, es sometida a un nuevo tratamiento antes de ser devuelta limpia al manto freático, cerrando así el ciclo de manera sostenible”, agregó.

Este innovador sistema de gestión incluye cuatro formas de abastecimiento: agua potable suavizada, agua caliente centralizada híbrida-solar, agua purificada para consumo humano y agua tratada. Esta diversidad de fuentes permite cubrir todas las necesidades hídricas del desarrollo, desde el uso doméstico hasta el mantenimiento de áreas comunes, garantizando así un manejo eficiente y sostenible del recurso.

Agua caliente centralizada híbrida-solar: seguridad y eficiencia

Una de las tendencias actuales para mejorar la seguridad y reducir la huella de carbono en las viviendas es la eliminación del uso del gas como fuente de energía. En línea con este enfoque, el desarrollo ha optado por implementar un sistema de caldera central híbrida, que combina la energía solar con el gas. Este sistema no solo elimina la necesidad de instalar calentadores individuales en cada departamento, sino que también optimiza el uso de recursos.

La caldera central híbrida solar/gas calienta el recurso hídrico durante el día utilizando energía solar, y la mantiene a temperatura constante mediante el uso de termotanques, lo que permite su disponibilidad incluso durante la noche. Este sistema circula el agua caliente por todo el edificio, de modo que siempre está lista para ser utilizada reduciendo lapsos de espera en las regaderas, lo que representa un ahorro significativo tanto de energía como de agua. Se estima que este sistema reducirá el consumo de gas hasta en un 90%, disminuyendo además el riesgo de accidentes relacionados con el uso de este combustible.

Agua atmosférica: una alternativa para el consumo humano

Uno de los mayores retos en México es la percepción de que el agua del grifo no es segura para el consumo humano. De acuerdo con el INEGI, el 63% de la población considera que la que llega a sus hogares no es apta para beber. Como resultado, el país tiene uno de los mayores consumos de agua embotellada en el mundo, con un promedio de 282 litros por persona al año, lo que genera un impacto ambiental considerable debido al uso de plásticos.

El residencial aborda este problema con la instalación de un generador de agua atmosférica (AWG por sus siglas en inglés), una tecnología que permite captar la humedad del aire y transformarla en agua potable. Este generador, equipado con un sistema de filtración multibarrera, asegura que el recurso obtenido sea de alta calidad, sin importar las condiciones del aire. Con una capacidad de producir tres litros por minuto, este sistema representa una solución innovadora que podría sustituir el uso de garrafones y reducir significativamente la dependencia de plásticos.

Tratamiento de agua residual: un compromiso con el medio ambiente

De acuerdo con cifras del INEGI, en México, solo el 14% del agua residual es tratada, un porcentaje alarmante si consideramos que cada persona genera, en promedio, 120 litros al día. El desarrollo aborda este reto con la implementación de un sistema de tratamiento que permite reutilizarla en actividades no potables, como el riego de áreas verdes o el uso en inodoros. Esta medida no solo contribuye a reducir la demanda de agua potable, sino que también minimiza el impacto ambiental del desarrollo.

El compromiso de Infiniti Mérida con el futuro demuestra que es posible integrar soluciones innovadoras sin comprometer el confort o la calidad de vida. Al optar por un ciclo cerrado que incluye un sistema de caldera híbrida-solar, un generador de agua atmosférica y un tratamiento eficiente de aguas residuales, este proyecto da muestra de que el lujo y la sostenibilidad no son conceptos excluyentes, sino que pueden convivir en armonía para crear un futuro más consciente y respetuoso con el planeta.

 

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