Con la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México el próximo 1º de octubre, diversos sectores, entre ellos el empresarial, comienzan a trazar sus expectativas y preocupaciones sobre la dirección que tomará el país en los próximos seis años.
Norberto Maldonado, empresario y experto en tecnología, destaca que, aunque la confianza en la continuidad es alta, existen ciertos puntos que deben atenderse con lupa.
Entre los proyectos más destacados están las políticas de continuidad en materia de bienestar social y combate a la pobreza. Maldonado enfatiza que: «es fundamental que el nuevo Gobierno tenga a la vista las expectativas de los sectores productivos del país como un rol crucial en la creación de empleo y la atracción de inversiones».
De acuerdo con el Estudio Post Electoral realizado por Ipsos, Sentimiento y Expectativas post elecciones, el contexto político y económico es percibido de manera positiva, con un 65% de aprobación a la gestión saliente de Andrés Manuel López Obrador y un 68% de ciudadanos confiados en que el país mantendrá el rumbo correcto.
Esta imagen de continuidad genera un ambiente de certidumbre en el que los empresarios, como Maldonado, vislumbran oportunidades de crecimiento. «Este clima positivo se debe traducir en políticas que favorezcan la estabilidad económica y la disciplina en las finanzas públicas, algo que, el sector estará vigilando de cerca», señala el experto.
Uno de los temas que más ocupan a la iniciativa privada (IP) es la inseguridad. Según las encuestas, 62% de los mexicanos identifica la violencia y la falta de seguridad como uno de los principales problemas del país. «El gobierno saliente no pudo contener la delincuencia, lo que afecta al turismo y las inversiones en diversas zonas del país». El especialista advierte que, sin una estrategia clara y eficaz en esta materia, el consumo interno y la confianza de los inversionistas podrían verse mermados.
El sector privado también pone foco en tener una política económica sólida. «Esperamos que se contenga la inflación y la presión cambiaria, que se respeten los acuerdos internacionales y que se preserve el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)», agrega Maldonado. Aunque al momento, la administración entrante no ha dado señales que sugieran una desviación en estos temas se recomienda estar atentos a ello.
A pesar del optimismo generalizado, Maldonado hace hincapié en una preocupación compartida por inversionistas nacionales y extranjeros: el respeto a las instituciones.
«Inquieta que la nueva administración mantenga y fortalezca a Instituciones claves para la estabilidad del país, como: la autonomía del Banco de México y el equilibrio entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial», apunta. La mayoría en el Congreso que tiene Sheinbaum es vista con buenos ojos por algunos sectores porque facilitará la implementación de reformas, aunque también genera dudas sobre la falta de contrapesos.
«El empresariado está particularmente atento a posibles sobrerregulaciones o aumentos en los impuestos, lo cual podría tener un impacto negativo en el clima de negocios. Es crucial que el gobierno garantice un entorno favorable para las inversiones, sin afectar la competitividad de las compañías mexicanas», añade Maldonado.
Para Maldonado, la IP debe jugar un rol dual durante la nueva administración: ser un aliado cuando las políticas vayan en la dirección correcta y actuar como un contrapeso crítico cuando sea necesario. «Se trata de ser vigilante, crítico y propositivo. Debemos impulsar al gobierno a cumplir con lo que prometió, especialmente en temas como la reducción de la corrupción y la mejora en seguridad», enfatiza.
El experto también subraya la importancia de que las firmas mantengan una buena reputación y una comunicación transparente con la sociedad, especialmente cuando la percepción pública puede impactar directamente su operación. «Las marcas corporativas necesitan estar blindadas ante los cambios en el discurso público. La confianza en la IP depende de su desempeño económico y de su compromiso social y ambiental», concluye.
Aunque la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia genera expectativas positivas entre los empresarios, también existe una demanda clara de que el nuevo gobierno mantenga la estabilidad económica, fortalezca las instituciones y, sobre todo, garantice un entorno seguro y propicio para la inversión, concluye el también Presidente de la Fundación Kooltivo.