La organización México Cómo Vamos, hizo un estudio sobre los retos en finanzas públicas para comienzo del sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo, señalando que elevar la calidad de vida de los mexicanos debe ser la prioridad nacional.
Se detalla que los desafíos que enfrenta su administración son un bajo crecimiento económico, estimado anual de 1.6 por ciento. Así como para los hogares son fundamentales ingresos laborales, para las finanzas públicas se requieren ingresos públicos no petroleros robustos.
Un menor dinamismo económico reduce los ingresos tributarios (ISR, IVA, IEPS), limitando el margen para el gasto público en áreas clave como salud, educación y seguridad. Además, la débil actividad económica afecta el balance público y aumenta la proporción de deuda respecto al PIB.
El gran reto es la sostenibilidad fiscal, que debe conllevar el Paquete Económico 2025. No olvidar que la deuda pública debe destinarse a financiar inversiones que, en el futuro, doten al país de mayores herramientas para elevar su productividad, evitando su uso para el gasto corriente.
Sheinbaum asume el gobierno con el desafío de implementar una estrategia que reduzca el déficit público. Esta estrategia debe tener objetivos alcanzables y estar acompañada de una comunicación transparente con inversionistas y ciudadanos sobre el uso de la deuda.
Cabe recordar que en 2019, al inicio de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, los ingresos del sector público representaban 21.4 por ciento del PIB, en 2024 se estima que sean el 21.3 por ciento del PIB y en las proyecciones de mediano plazo no superan el 21 por ciento del PIB.
De estos, el componente más importante son los ingresos tributarios, los cuales en 2019 representaron el 12.7 por ciento del PIB y se estima que en 2024 alcancen 14.6 por ciento del PIB. En 2024, los ingresos tributarios representan 6.6 de cada 10 pesos del total de los ingresos públicos. Estos se desglosan principalmente en 36.3 por ciento del ISR, 18.5 por ciento del IVA y 8.4 por ciento del IEPS.
El gasto público en seguridad, orden y justicia es inferior al necesario. Cuando se mide por habitante, México está muy por debajo del promedio de la OCDE y por debajo de países de niveles de desarrollo similar. La deuda en su medida más amplia (RFSP) pasó de 2.3 por ciento del PIB en 2019 a un estimado de 5.9 por ciento del PIB en 2024.