El sector agroindustrial y de alimentos, es de los rubros de mayor generación de emisiones contaminantes, en especial por la expulsión de metano de los bovinos, así como de quemas agrícolas u otros esquemas de cultivo no sustentables; por ello, es esencial buscar soluciones ambientales como empresariales para este sector.

Pablo Silva, director de Contenidos de The Food Tech Summit & Expo, dijo que después de los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19, dicha industria ha mostrado una notable capacidad de recuperación. Sin embargo, la volatilidad en los precios de las materias primas y los problemas en las cadenas de suministro continúan siendo retos importantes.

En relación a Querétaro y los estados de la zona del Bajío son importantes para la industria alimentaria por los productos endémicos que se producen en la región. Por poner un ejemplo, la agricultura se practica en el 48 por ciento de la extensión territorial de Guanajuato. Y algunos de los ingredientes que se obtienen del Bajío del país son ajo, alfalfa, avena, cebada, centeno, chabacano, durazno, frijol, garbanzo, jitomate, linaza, maíz, manzana, remolacha, sorgo y trigo.

Asimismo, el desarrollo que ha observado Jalisco y la región del Bajío permite calificarlo como una zona industrial del país donde la confitería, cárnicos, lácteos y panificación son los sectores donde hay mayor demanda, perspectivas y tendencias a nivel nacional y global.

Hoy las pequeñas y medianas empresas tienen amplias ventajas y oportunidades en estos sectores, y pueden construir nuevas visiones de negocio en esta zona.

La Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro (SEDESU) reporta que en esta entidad, la industria de alimentos y bebidas creció un 7.5 por ciento en 2023, convirtiéndose en uno de los sectores más dinámicos del estado.

El Bajío ha captado importantes inversiones. Según el INEGI, entre 2018 y 2023, la inversión extranjera directa (IED) en la industria de alimentos y bebidas en el Bajío superó los 2,500 millones de dólares, lo que ha impulsado la creación de empleos y el desarrollo de nuevas plantas de procesamiento.

En el caso de Querétaro, detalla que se tiene un gran potencial para la producción de alimentos y bebidas gracias a su crecimiento sostenido, inversión en tecnología y competitividad. Sin embargo, ha llegado a enfrentar desafíos como las sequías, al igual que otros de los estados en la República Mexicana.

No obstante, existen varios factores que posicionan a Querétaro como un hub para la industria alimentaria: ubicación geográfica, infraestructura, clima, agua y crecimiento económico. Pero, cuestiona ¿cómo aprovechar las ventajas que tiene la entidad para la producción de alimentos y bebidas?  Y en este punto resalto dos aspectos importantes:

Aprovechando la cercanía estableciendo alianzas estratégicas con proveedores y productores locales para garantizar el suministro de ingredientes frescos y de alta calidad.

Colaborar con instituciones académicas y centros de investigación para desarrollar nuevos productos y procesos, y mejorar la calidad de los productos existentes.

Explicó que Querétaro ha visto un aumento en la producción de bebidas lácteas, lo que ha generado empleo y ha contribuido al desarrollo económico de la región. Incluso, empresas como Nestlé tienen una presencia significativa en el estado, lo que refleja la importancia del sector lácteo en la región.

Lo que podría mejorar es el ámbito de las PyMES con más programas de financiamiento y capacitación que ayuden a superar desafíos y crecer de manera sostenible.

La replicación de sistemas como los Bancos de Alimentos en estados como Querétaro y la región del Bajío no solo es posible, sino altamente recomendable. Al colaborar con los Bancos de Alimentos, las empresas pueden donar excedentes, reducir el desperdicio de alimentos y contribuir a una causa social importante.

Por otro lado, la producción de alimentos procesados ha tenido un buen avance en el Estado, y en ese sentido, también nos enorgullece poder ser un nexo para que nuestros visitantes puedan hacer networking, probar novedades, encontrar esas soluciones y mantenerse a la vanguardia conforme lo demanda el mercado.

La industria de alimentos y bebidas en Latinoamérica enfrenta desafíos, pero también oportunidades, pues debido a que los consumidores son cada vez más conscientes de los impactos ambientales y sociales de la producción de alimentos, esto ha impulsado a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles, como la reducción de residuos, el uso de energías renovables y el abastecimiento responsable, además de desarrollar mejores productos alimenticios.

Otros de los desafíos es la inflación tanto para productores como para consumidores, así como la normatividad que tiende a ser un poco lenta para estar al día con las necesidades del mercado, y la inseguridad alimentaria que aún persiste en muchos países al igual que ciertos problemas en cuestiones de salud como la obesidad y el sobrepeso.

Indicó que el cambio climático tiene un impacto significativo en la industria de alimentos y bebidas. “Hoy en día, fenómenos como El Niño impiden que haya suficiente disponibilidad de materias primas para la industria alimentaria; lo mismo ocurre cuando hay oleadas de lluvias torrenciales y olas de calor que afectan el rendimiento de las cosechas y elevan el costo de productos agrícolas.

Uno de los aspectos en los que se pone mucha atención a partir de todo esto, es la seguridad alimentaria. Este aspecto es tan preocupante que, “Hambre Cero” es el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas.

Mientras que la industria láctea también ha reportado un aumento en la producción de leche, alcanzando las 1.2 millones de toneladas anuales en 2022, con empresas como Lala y Alpura, operando plantas de procesamiento en la región.

En 2022, el estado procesó más de 800 mil toneladas de productos alimenticios, desde productos lácteos hasta bebidas y alimentos preparados. Querétaro se ha especializado en la producción de alimentos procesados de alto valor agregado, que incluyen confitería y bebidas. En este sentido, la industria de alimentos y bebidas representa alrededor del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) industrial del estado, lo que muestra su importancia para la economía local.

Datos del anuario estadístico de la Industria Alimentaria animal de México, del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab) 2023 destacan que la producción de alimentos balanceados para ganado lechero sigue al alza, y que, fue de 6.3 millones de toneladas en 2023, 1.8 por ciento más que en 2022.

Aunado a los diversos procesos industriales que conlleva la obtención de sus productos derivados, como es la leche de vaca, que en un mundo que busca mitigar los impactos ambientales industriales, requiere de alternativas para contener sus daños ecológicos.

En este tenor, en el pasado año escolar, la contribución de la ciencia de Querétaro para este sector, corrió a cargo de investigadoras de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), que crearon un sustituto de leche a base de frijol común de la variedad Bayo Madero.

El objetivo de la investigación es aprovechar los compuestos antioxidantes que tiene esta leguminosa para ayudar a prevenir enfermedades crónico degenerativas no transmisibles como la diabetes tipo 2, complicaciones cardiovasculares, cáncer y anemia, siendo esta última un problema nacional de salud pública.

Dicho trabajo es desarrollado por Vanessa Sánchez Quezada, Marcela Gaytán Martínez, Adriana Chico Peralta, Ma. de la Luz Reyes Vega, Flavia Loarca Piña y Sánchez Quezada, que trabajaron en dicho producto para atender a individuos con intolerancia a la lactosa o que tienen el interés de tener hábitos alimenticios más saludables.

Cabe mencionar que Querétaro es el doceavo productor de leche en el país, produciendo diariamente 1.1 millones de litros de leche y alcanzando un valor anual cercano a los 2,672 millones de pesos, destaca la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea). En 2023, en la entidad se contabilizan a más de 350,000 cabezas de ganado bovino, de las cuales 33.6 por ciento (117,530) son vacas lecheras.

A nivel internacional, la empresa estadounidense Perfect Day, que desarrolla una técnica para producir una proteína láctea no de origen animal. Dicha alternativa a la leche utiliza hongos para producir una proteína láctea que es molecularmente idéntica a la proteína de la leche de vaca, explica su cofundador Ryan Pandya.

La compañía logró introducir en hongos el gen que codifica la proteína de suero en la leche de vaca. Al cultivarse en tanques de fermentación, el hongo, entonces, produce la proteína lactosérica. Después de filtrarse, el producto resultante es seco hasta convertirse en un polvo, el cual puede utilizar para fabricar quesos, yogures, helados, entre otros.

Esta área nombrada Future Market by KM ZERO llega al piso de expo de THE FOOD TECH® | SUMMIT & EXPO a través de una colaboración con KM ZERO Food Innovation Hub.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *