En México, se busca que las y los recicladores sean personas con los derechos laborales básicos y ser visibilizados por su trabajo que ayuda a toda la sociedad y al medio ambiente.

Se enfatizó que en el municipio capital de Querétaro se tienen estatutos que criminalizan la pepena, aunado a que a los recicladores se les expulsa de los rellenos sanitarios, que están concesionarios a la iniciativa privada.

Dicha realidad es muy evidente en el municipio capital, donde todo el proceso de recolección y disposición final de los desechos le pertenece a una empresa. Situación que por fortuna no ha llegado a arrestos de gente pepenadora.

Por ello, grupos de recicladores de 7 Estados buscan consolidar el Movimiento Nacional de Recicladorxs en México. Se informó que a los municipios y otros órdenes de gobierno se les hace el llamado para atender la precariedad laboral de los pepenadores de todo México.

La privatización tiene el grave problema de excluir a las personas y no les considera para reponerles un nuevo modo de vida. Por ende, se pide a los gobiernos que exija a concesionarios se edifique centros de transferencia y den empleo a los recicladores.

Otro ejemplo es Brasil con centros de gestión de residuos que le brinda empleo a los pepenadores y no se les arroja al desempleo, indicó Abel Balderas, presidente de la Asociación de Recicladores en Dolores Hidalgo, en el estado de Guanajuato y uno de los líderes de esta iniciativa nacional.

Explicó que es necesario la unidad de este gremio para ser visibilizados por los gobiernos municipales y de diversa índole. Según el INEGI, en el país existen 2,203 tiraderos al aire libre y se estima que son 400 mil recicladores en toda la nación. Cabe mencionar que los municipios son el organismo que gestiona la recolección de residuos en el territorio, y no brinda salario alguno a los pepenadores.

Por ello, se pide al gobierno que sean reconocidos en sus empleos y tengan seguridad social, agregó que, “quieren ser vistos como ha sucedido con las empleadas domésticas”. Ejemplificó que en Colombia, los recicladores ya reciben un salario base. También se tienen políticas sociales a su favor en Brasil y Argentina.

También, dijo que, batallan por las concesiones que se están estableciendo en los rellenos sanitarios del país, como sucedió en Guanajuato con la empresa Veolia.

Acepta que existen mafias que están apoderados de diversos tiraderos y no dejan trabajar o que se acerquen para ampliar y que la gente sepa que tenga derechos laborales, como es el caso del Valle de México. Por ello, enfatizó que no se buscarán liderazgos no impuestos y que afectan a sus agremiados.

Lidia Godínez, de Unión Lázaro Cárdenas de Recicladores de Dolores Hidalgo, en Guanajuato, explicó que su día empieza a las 7 de la mañana y se esperan a los camiones para escoger los plástico, los zapatos, el PET, el papel, etc., para poder venderlo, aunque, acepta que los materiales reciclables van a la baja, pues en las calles existe mucha gente que separa y elije los productos.

Mariana González, de Unión Lázaro Cárdenas de Recicladores de Dolores Hidalgo, en Guanajuato, detalla que las condiciones de trabajo son deplorables, pues no tienen seguro médico, sanitarios adecuados, exponerse a enfermedades por los desechos. Aunado a ser objeto de discriminación social.

Expuso que cada persona genera un promedio de un kilogramo de basura al día. Además que cada recicladora, se estima que obtiene una cantidad de 250 a 300 pesos por día, como ganancia por reciclar. Por ello, se labora para que la cadena productiva les considere como sujetos de derechos.

 

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