En México tres de cada 10 personas padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida y más del 60 por ciento de la población que sufre alguno de ellos no recibe tratamiento. Además que, el 25 por ciento de las personas entre 18 y 65 años presentan algún problema de salud mental, de acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Psiquiatría, sólo el 3 por ciento busca atención médica especializada.

Al respecto, Raúl Escamilla, subdirector médico del Instituto Nacional de Psiquiatría, señaló que la salud mental de los mexicanos se encuentra muy afectada por diversos trastornos tras la pandemia; especialmente en casos de ansiedad y depresión.

Los síntomas de una mala salud mental van al alza en grandes urbes  y se comienzan a notar en gran manera en estados como Querétaro, Puebla, León, que comienzan a padecer el gran stress de las metrópolis. “En estas ciudades emergentes se batalla mucho por falta de profesionales que les ayuden a los adultos o que vayan a las escuelas para evaluar la realidad mental de los jóvenes”.

Estos trastornos son de origen de los entornos personales y del contexto que nos rodean y se posicionan más en los jóvenes y en adultos mayores que son muy reticentes a atenderse, abundó.

Lanzó un mensaje para evitar los sobrediagnósticos y uso de medicamentos no controlados. “Cada vez se aprecian más casos de mala salud mental desde la niñez; igualmente, no olvidemos que las zonas periurbanas de las ciudades emergentes como Querétaro no tienen forma de atender su salud mental. Esperemos que la telemedicina colabore en mejorar dicha realidad”.

Por ello, mencionó que se tiene que impulsar alternativas de tratamiento y no dejar todo en manos de la medicina convencional, las investigaciones sobre el uso terapéutico de sustancias psicodélicas han arrojado resultados prometedores. Universidades como John Hopkins y la Universidad de Sussex han demostrado que estos tratamientos pueden ayudar en trastornos como la depresión, el estrés postraumático (TEPT), las adicciones, y el autismo.

La crisis de salud mental ha alcanzado niveles alarmantes. Según datos de la OMS, los trastornos como la depresión y la ansiedad han aumentado más del 25 por ciento desde el inicio de la pandemia, exacerbando un problema que afecta a 1,000 millones de personas en todo el mundo.

Por su parte, la Dra. María Elena Medina-Mora Icaza, Directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que “lamentablemente, uno de los obstáculos más serios para atender este problema de salud pública es de tipo económico, pues solo el 2 por ciento del presupuesto federal destinado a salud se emplea para la atención a pacientes con trastornos mentales.”

Como “consecuencia de ello no existe suficiente oferta de atención a la población, en la comunidad y en los niveles 1 y 2 de atención a la salud. Es decir, según el panorama actual en México, la medicina de primer contacto no siempre considera a los trastornos de salud mental dentro de su ámbito de atención y competencia. Es necesario capacitar al personal para el abordaje y atención de los trastornos mentales.”

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, se informó que menos del 2 por ciento de los presupuestos de atención de salud se asignan a los servicios de salud mental, lo que crea importantes barreras para el acceso a la atención. Más del 70 por ciento de las personas con problemas de salud mental no reciben tratamiento en los países de ingresos bajos y medios. Se recomienda una inversión mínima para salud mental de 5 por ciento del presupuesto total de salud en los países de ingresos bajos y medios y de 10 por ciento en los de ingresos altos.

 

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