La Presidenta Claudia Sheinbaum confirmó la implementación del programa social Pensión para el Bienestar de Adultas Mayores que brindará pensiones a las mujeres entre 60 y 64 años. El programa consiste en otorgar un apoyo de 3 mil pesos bimestrales a través de la tarjeta del bienestar.
Este programa comenzará con dos grupos etarios: i) mujeres de 63 y 64 años y ii) mujeres indígenas y afromexicanas de 60 a 64 años, dando prioridad a los municipios donde hay una mayor población indígena. Si bien el objetivo será otorgar dicho recurso económico a todas las mujeres entre 60 y 64 años a partir de 2026, el programa será implementado de manera gradual a partir del siguiente año.
Esto beneficiará a 1.2 millones de mujeres en 2025 y a 3.3 millones de mujeres para el final del sexenio, de acuerdo con estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo de otorgar una pensión no contributiva a las mujeres sería de alrededor de 22.1 mil millones de pesos (mmdp) en 2025 para atender a la población seleccionada y se incrementará a 69.5 mmdp corrientes en 2030 al extender la cobertura de manera universal.
Para los años siguientes se usó un supuesto de inflación de 3 por ciento anual. El aumento observado en el monto entre 2025 y 2026 se debe principalmente a que se extenderá la cobertura a los demás grupos etarios de mujeres. Mientras que el incremento a partir de 2027 se debe al crecimiento poblacional del grupo objetivo.
Este programa brindará un apoyo para las mujeres que enfrentan mayor vulnerabilidad económica en la vejez, derivada de las condiciones laborales y las cargas de cuidado no remunerado a lo largo de su vida productiva. Al tener menor acceso a pensiones contributivas y recibir montos inferiores a los de los hombres, cuando es el caso, este programa busca reducir la pobreza en la tercera edad con perspectiva de género, promoviendo igualdad y seguridad financiera para las mujeres en su retiro.
Sin embargo, esto es una solución paliativa para mejorar la calidad de vida de las mujeres mayores¸ por ello, el IMCO propone promover la responsabilidad presupuestaria en ausencia de una reforma fiscal profunda.
Así como impulsar la participación económica de las mujeres y mejorar sus condiciones en el trabajo desde que ingresan al mercado laboral. Aumentar la participación económica de las mujeres y promover sus trayectorias profesionales podría financiar de forma sostenible las pensiones contributivas.