En nuestro país, la discriminación y la desigualdad es un tema de preocupación, debido al impacto negativo que genera en todas las áreas de la vida de los mexicanos.
Uno de los sectores más afectados es la comunidad LGBT+. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2022), difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 43.7 por ciento de las personas identificadas como LGB+ manifestaron haber vivido una situación de rechazo social.
Lamentablemente, la discriminación se ejerce todos los días por alguna característica física o por la forma de vida. Ya sea por la identidad de género; el origen étnico, la edad, la discapacidad, la condición social o económica, la religión, e incluso por el estado civil, entre otras situaciones, son motivo de distinción, exclusión o restricción de los derechos del ciudadano, explicó Gerardo Sánchez Guadarrama, Investigador y Activista en la promoción de los Derechos Humanos LGBT+.
Destacó que, en nuestro país, la comunidad LGBT+ enfrenta altos niveles de discriminación en muchos aspectos de la vida. Por ello, fechas como el 18 de octubre, Día de la Cultura por la No Discriminación son necesarias para recordarnos que la discriminación es un hábito aprendido por la especie humana, y hace mucho daño a quienes son diferentes a la heteronorma impuesta.
El rechazo social divide a las personas. Este Día de la Cultura por la No Discriminación, nos ayuda a crear conciencia y favorecer una sana convivencia entre los ciudadanos”. Sánchez Guadarrama precisó, “se ha demostrado que, en los países con mayor información en estos temas, se abona a generar una reflexión crítica y respetuosa, además, se colabora a la creación de un estado con justicia e igualdad y sin discriminación”.
Dijo: “desde el periodismo es posible visibilizar, difundir e impulsar una cultura más incluyente, es necesario crear lugares seguros, es responsabilidad de todos, no hay mejor inversión, que aquella que propicie acciones de sensibilización para transformar nuestros entornos. Es preciso implementar diagnósticos que nos permitan descubrir el nivel de violencia y toxicidad que puede haber en contra de la población diversa desde el ámbito familiar, profesional, empresarial y en la misma comunidad”.
“En mi experiencia, el semáforo LGBTfóbico ha sido una herramienta didáctica eficaz, durante los últimos años lo he venido desarrollando y me ha permitido conocer los prejuicios no solo en el ámbito LGTB, sino también en otros entornos sociales. Es tiempo de hacer cambios y terminar con estigmas que vulneran los derechos humanos. ¡Recordemos que la diversidad es la riqueza de una sociedad sana!”, puntualizó Gerardo Sánchez Guadarrama, Investigador y Activista en la promoción de los Derechos Humanos LGBT+.