En los últimos años, diferentes países latinoamericanos han experimentado una notable transformación en el uso de los medios de pago, marcada por una transición del efectivo hacia las opciones digitales. Esta tendencia se ha acelerado significativamente como resultado de la pandemia de COVID-19, un ejemplo es México, donde 93 por ciento de las personas ha utilizado o usa algún sistema de pagos vía plataformas con su celular.
«El avance en la adopción de pagos digitales es evidente: aunque el 97 por ciento de mexicanos sigue usando efectivo. Esto demuestra que, aunque hay un cambio hacia la conveniencia y seguridad de lo digital, el efectivo aún conserva su relevancia en el día a día.
Según el estudio de Ipsos “Medios de pago Latam 2024”, en Latinoamérica 7 de cada 10 latinoamericanos (en 14 naciones) poseen una tarjeta de débito y más de la mitad utilizamos las transferencias electrónicas como método de pago», destacó Fernando Álvarez Kuri, Senior Business Director para Ipsos en México.
El 53 por ciento de los encuestados en promedio tiene cuentas digitales, como billeteras o aplicaciones de pago, reflejando la creciente confianza en estas plataformas emergentes, que incluso han llegado a superar a la tarjeta de crédito física, bancaria (43 por ciento) o de retail (26 por ciento). El 89 por ciento de las tarjetas de crédito en México ya cuentan con códigos dinámicos.
Este abanico de opciones refleja no solo una mayor sofisticación en el comportamiento financiero de los consumidores, sino también un claro movimiento hacia una economía más digitalizada y menos dependiente del efectivo.
El panorama de los medios digitales de pago en Latinoamérica es competitivo y diverso. Con una gran cantidad de marcas diferentes compitiendo en el mercado, el 90 por ciento de los latinoamericanos declara tener al menos una aplicación de pago instalada en su celular. Este alto porcentaje de adopción está impulsado por variados atributos, la simplicidad de uso se destaca como la más importante. En México, BBVA lidera con un índice de retención del 84 por ciento en sus apps.
Según el estudio, la seguridad en el uso, y el control y administración de gastos son atributos clave que no solo atraen a los usuarios, sino que también pueden fomentar la lealtad a largo plazo.
Además, los beneficios adicionales, como alianzas, convenios, descuentos y programas de fidelización son altamente valorados. En un contexto donde la mitad de la población enfrenta dificultades económicas, los bajos costos de mantenimiento y comisiones se vuelven esenciales para la adopción de estas aplicaciones.
Finalmente, la cobertura y la universalidad de las apps, es decir, la capacidad de ser utilizadas en diferentes comercios y para una variedad de servicios, tanto a nivel nacional como internacional, son factores determinantes para su uso continuo, la gran mayoría de los mexicanos (96 por ciento) opinó que prefiere comprar en canales internacionales.
En un entorno donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, las aplicaciones que pueden demostrar robustez en sus medidas de seguridad tienen una clara ventaja competitiva. La implementación de tecnologías avanzadas como la autenticación de dos factores, el cifrado de datos y las alertas de actividad sospechosa son características que pueden atraer a usuarios preocupados por la seguridad. Un poco más de la mitad de los mexicanos (52 por ciento) ha experimentado intentos de fraude.
Por otro lado, el control de gastos es otro factor diferenciador importante. Las aplicaciones que ofrecen funciones detalladas de seguimiento de gastos, alertas de presupuesto y análisis financieros personalizados ayudan a los usuarios a gestionar sus finanzas de manera más eficiente.