Con el objetivo de promover un sistema energético en nuestro país que sea más equitativo y accesible, además de ambientalmente sostenible, se presentó la Alianza por la Equidad Energética.
Esta es una iniciativa pionera que impulsa el crecimiento y fortalecimiento de la generación distribuida (GD) de energía en México. La Alianza por la Equidad Energética está integrada por diversas organizaciones como Fundación Tláloc, Fundación Avina, Nuestro Futuro, Red Agrovoltaica Mexicana, Rafiqui, la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas, el Laboratorio de Innovación y Futuros del IER-UNAM, Energía Real y Sostenibilidad Global. Su objetivo es transformar el modelo energético del país en uno más sustentable e inclusivo; que llegue a todos los sectores sociales y a muchas más comunidades. Con ello, se busca contribuir activamente a la implementación de la Estrategia Nacional para el Sector Eléctrico, anunciada recientemente por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Según datos oficiales de la Comisión Reguladora de Energía, la generación distribuida o descentralizada ha mostrado un notable crecimiento, pasando de 800 megawatts (MW) en 2019 a 3,361 MW en 2023. Este avance ha permitido que más hogares y negocios generen su propia electricidad, con el potencial de abastecer entre 2.5 y 3.3 millones de hogares. Además, al utilizar fuentes renovables para esta capacidad instalada, se evita la emisión de aproximadamente 2.5 millones de toneladas de CO₂ al año, lo que contribuye significativamente a la reducción del calentamiento global.
Durante la conferencia de lanzamiento de esta alianza, la Dra. Isabel Studer, Presidenta de Sostenibilidad Global, enfatizó la importancia de democratizar el acceso a la energía renovable en el país. “La generación distribuida de energía, especialmente mediante paneles solares, puede revolucionar la energía limpia en México. La generación distribuida ha aumentado en más de 400% en los últimos tres años. Para mantener este ritmo de crecimiento, debemos asegurar que las energías limpias sean accesibles para todos. ¿Imaginan un país donde la energía solar esté al alcance de todo mexicano, sin importar su nivel de ingresos? La transición energética en México debe ser equitativa y sostenible”, afirmó.
La Alianza busca enfrentar desafíos como el financiamiento, el acceso desigual a tecnologías solares y la modernización de la red eléctrica. Shirley Wagner, vicepresidenta de Sostenibilidad Global, destacó que, entre 2019 y 2023, el número de contratos de interconexión mostró un crecimiento notable al pasar de 100 000 a 411 085. Aunque este aumento representa menos del 1% del total de usuarios de electricidad en México, “podemos visualizar el potencial que la GD tiene en la descentralización de la producción de energía para solventar los retos que implica atender una demanda de electricidad creciente que no está siendo atendida por la expansión de infraestructura eléctrica. Y puede contribuir a una red de electricidad más resiliente y reduce las pérdidas en transmisión”.
La Alianza por la Equidad Energética busca trascender la generación distribuida como un modelo exclusivo para los que pueden pagar el costo de la insalación de paneles que, dependiendo del número de paneles usados y otros elementos, puede costar entre 25 000 y 75 000 pesos, y acercarla a las comunidades más desfavorecidas. Entre sus objetivos principales están facilitar el acceso a sistemas de generación distribuida en comunidades mexicanas con pobreza energética; desarrollar proyectos inclusivos que fortalezcan la infraestructura eléctrica en esas zonas; y resolver otros desafíos como la falta de financiamiento. Desde la sociedad civil, “aportamos nuestra experiencia colaborando en proyectos que han permitido que distintas comunidades indígenas, grupos vulnerados e incluso MIPYMES accedan a energías renovables y con esto se apoye la visión del actual gobierno federal en el sentido de garantizar la prosperidad compartida mientras construimos un México resiliente, equitativo, inclusivo y competente» señaló Carlos Mendieta, representante de la fundación Tláloc.
La Alianza busca también llegar al sector agropecuario mediante la agrovoltaica, una estrategia ganar-ganar que combina actividades agropecuarias con paneles solares para adaptar los cultivos al aumento de temperaturas causado por el cambio climático. Valeria Amezcua, Presidenta de RAMe, mencionó que “esta práctica reduce el consumo de agua al tecnificar el riego con energía solar, beneficiando al sector agropecuario, que consume el 76% del agua dulce en México.”
Otro objetivo de la Alianza es demostrar que con colaboraciones desde la sociedad es posible emprender proyectos de instalación de paneles solares que además integren lacapacitación empoderen a las comunidades, integren a las mujeres y a las juventudes como socios clave de la transformación social orientada a modelos energéticos justos y ambientalmente responsables.
Finalmente, la Alianza busca impulsar la economía circular en la generación distribuida. Ximena Cantú, Directora de Rafiqui, la primera recicladora de paneles solares cuya vida útil ha llegado a su fin, afirmó: “Para reducir el impacto ambiental del sector de las energías renovables, es clave promover un modelo de economía circular que permita recuperar materiales útiles de los mismos paneles solares, como vidrio, aluminio y otros metales. Reciclar mil toneladas de paneles solares al año podría mitigar hasta mil toneladas de CO2”.
Santiago Villagómez, fundador y CEO de Energía Real comentó: “las empresas de energía tenemos la responsabilidad de reducir nuestra huella de carbono. Es crucial apoyar iniciativas que nos permitan descarbonizar el ciclo completo de nuestras operaciones y avanzar hacia un futuro más sostenible para todos”.
En suma, a través de colaboraciones estratégicas, la Alianza por la Equidad Energética impulsa el acceso a la GD en comunidades con pobreza energética y fomenta proyectos inclusivos que fortalecen la infraestructura eléctrica en zonas vulnerables. “Con esta alianza, México da un paso firme hacia un modelo energético sostenible y equitativo, que no solo reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino también construye un sistema inclusivo donde el acceso a la energía limpia esté al alcance de todos”, puntualizó la Dra. Studer.