A principios del próximo año, el barco de Sea Shepherd Allankay regresará al Océano Antártico para intensificar sus esfuerzos en la defensa de la región contra la destructiva pesca de kril. Esta decisión se toma después del intento fallido de establecer una nueva área marítima protegida (AMP) en la Antártida durante la última reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), el organismo intergubernamental responsable de la protección ambiental de la Antártida. El fracaso subraya la urgente necesidad de una acción directa para conservar el kril.
Los kril, son unos pequeños crustáceos similares a camarones, constituyen la base de la red alimentaria antártica, siendo la principal fuente de calorías para ballenas con barbas, pingüinos, focas y aves marinas. Sin embargo, esta especie clave está siendo objeto de pesca intensiva por parte de una flota industrializada que recientemente se ha ampliado a catorce superarrastreros, cada uno con redes lo suficientemente grandes como para engullir un avión jumbo. El kril se captura para producir suplementos de Omega-3, para los cuales existen alternativas, y como aditivo alimenticio que da un color rosado a la carne del salmón cultivado por razones estéticas.
En los últimos años, la comunidad científica internacional ha alertado sobre el creciente conflicto entre los superarrastreros de kril y la vida marina, particularmente las ballenas.
En 2023, la tripulación del Allankay capturó impactantes imágenes que revelaron el invasivo arrastre de la flota a través de megapodales de ballenas alimentándose. Esta evidencia crucial jugó un papel significativo en la decisión de CCAMLR de no aumentar la cuota de kril, a pesar de los esfuerzos de la industria pesquera por duplicarla.
En la reunión de octubre de CCAMLR, se presentó evidencia fotográfica obtenida por observadores pesqueros a bordo de dos superarrastreros noruegos y uno chileno, mostrando que al menos tres ballenas murieron el año pasado por enredos con artes de pesca.
A pesar de ello, en esa misma reunión, una propuesta para crear un AMP en el corazón de la zona de conflicto entre ballenas y kril fue bloqueada por dos de los 27 miembros de CCAMLR. Según las reglas de CCAMLR, las medidas de conservación sólo pueden adoptarse por consenso unánime.
En esta próxima campaña, la tripulación del Allankay rastreará y seguirá físicamente a la flota de superarrastreros de kril, centrándose especialmente en su impacto en la vida marina en las AMPs propuestas. Se unirán expertos mundiales en ballenas y kril, cuya recopilación de datos puede ayudar a fortalecer el caso para la creación del AMP de la Península Antártica.
En años anteriores, Sea Shepherd ha puesto el foco en la flota de súper arrastreros de kril, exponiendo la horrenda realidad de las pesquerías industrializadas de kril y su impacto en las ballenas. Hemos documentado a súper arrastreros atravesando sin piedad megagrupos de cientos de ballenas que se alimentaban de kri. Para movilizar el llamado a que esta área sea reservada para la vida silvestre, llevaremos a algunos de los científicos más destacados del mundo en kril y ballenas al escenario de este creciente conflicto ambiental”, dijo Pritam Singh, presidente de Sea Shepherd Conservation Society.
Después de un año mapeando la cadena de suministro de kril, los esfuerzos de Sea Shepherd en el mar serán respaldados por campañas de mercados terrestres dirigidas a la cara pública de la pesquería de kril: las empresas que venden productos de kril. Estas campañas establecerán una conexión directa entre los productos que esas empresas venden y el impacto de esas decisiones comerciales en las ballenas de la Antártida.
“Estamos intensificando nuestros esfuerzos para proteger el kril abriendo nuevos frentes de batalla para detener la explotación de la vida marina. Perseguiremos a los superarrastreros de kril con nuestras cámaras, exponiendo su actividad pesquera destructiva. Combatiremos la desinformación de la industria pesquera con ciencia. Y como las empresas detrás de los arrastreros son en gran parte anónimas, iremos tras las compañías que venden productos de kril, abordando el problema desde todos los ángulos”, dijo Alex Cornelissen, CEO de Sea Shepherd Global.
La campaña de 2025 hacia el Océano Austral contará con Sea Shepherd Global como socio y co-líder de la expedición junto a Sea Shepherd Conservation Society. Reconociendo que la protección de la Antártida y su ecosistema marino nos afecta a todos, la misión también cuenta con el apoyo de Sea Shepherd Alemania, Sea Shepherd Suiza y todos los países que forman parte del movimiento Global.