Diversos especialistas médicos destacan la importancia de la prevención activa y detección oportuna del cáncer testicular y la disfunción eréctil, condiciones que afectan a miles de mexicanos de diferentes edades y que, diagnosticados a tiempo, pueden tener altas probabilidades de curación.

En México y el mundo, el concepto de masculinidad está asociado a valores como la fuerza, la autosuficiencia y el sentido de protección. Mismos que pueden actuar como una barrera social que aleja a los hombres de una exploración médica oportuna y, si bien, los especialistas de la salud manifiestan que es una tendencia a la baja, aún repercute en el diagnóstico tardío de algunas condiciones de salud.

Al respecto, el Dr. Christian Camacho Limas, oncólogo médico del Centro Médico ABC, asegura que el cáncer testicular, aunque tiene una aparición más frecuente en hombres jóvenes que rondan los 33 años, también ocurre en niños y adolescentes, cerca del 6 por ciento de los casos, mientras que el 8 por ciento de los casos se presenta en hombres mayores de 55 años, de acuerdo con los datos de la Sociedad Americana de Cáncer (ACS por sus siglas en inglés).

“Es indispensable inculcar la autoexploración testicular en la niñez y adolescencia, pues esto permite que ellos mismos reconozcan la anatomía de sus testículos y puedan identificar si existe alguna masa extraña, formación de nuevas venas o texturas irregulares que deban ser revisadas por un especialista”, dijo.

De acuerdo con el oncólogo, cuando uno o ambos testículos no descienden a la bolsa testicular o escroto durante el primer año de vida, aumenta el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer en un futuro. Asimismo, contar con familiares directos, como el papá o un hermano que hayan desarrollado esta condición también incrementa su incidencia.

“En caso de identificar la presencia de una irregularidad en la forma o textura de los testículos, es necesario acudir con un especialista en urología, para realizar un diagnóstico integral, que incluya estudios de laboratorio, estudios de imagen como el ultrasonido testicular o la ecografía Doppler testicular, junto con una evaluación física y la revisión de síntomas”, expuso.

Ante la confirmación del diagnóstico, el equipo de urología y oncología trabajan conjuntamente para identificar los marcadores tumorales y así determinar el tipo de cáncer testicular y su etapa, lo que permite personalizar el tratamiento y mejorar la probabilidad de curación.

“El tratamiento de primera línea para la mayoría de los tipos de cáncer testicular es un procedimiento quirúrgico denominado como orquiectomía inguinal radical, cirugía en la que se extrae únicamente el testículo con presencia del tumor, preservando así la fertilidad y ofreciendo una expectativa de curación entre el 80 y 90 por ciento, porcentaje que puede aumentar si es diagnosticado de manera temprana. Otros enfoques terapéuticos pueden ser la radioterapia, la quimioterapia o la inmunoterapia, aunque esto dependerá de cada caso de manera particular”, precisó.

Otra condición de salud que puede impactar la calidad de vida y la autoestima de los hombres es la disfunción eréctil. De acuerdo con el Dr. Carlos Vásquez Lastra, jefe de Urología del Centro Médico ABC, se considera como disfunción eréctil a la incapacidad para lograr o mantener una erección que permita tener una actividad sexual satisfactoria, la cual afecta hasta el 42 por ciento de los hombres entre los 40 y 70 años.”

Estudios internacionales recientes consideran que uno de cada tres hombres presenta algún tipo de trastorno de la erección después de los 40 años. En este sentido, los trastornos cardiovasculares son la causa más frecuente de la disfunción eréctil, que se manifiesta como un síntoma de enfermedades que disminuyen o afectan el flujo sanguíneo como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado o el tabaquismo.

El especialista en urología expresa que en estos casos es necesario tratar la enfermedad de origen, así como el empleo de terapias que optimicen la circulación y, por ende, logren mejorar la calidad de las erecciones. El daño neurológico también puede repercutir en la función sexual, por ejemplo, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, problemas de columna o neuropatías.

“Para la disfunción que no responden a tratamientos orales existen tratamientos que van desde las inyecciones en el cuerpo cavernoso del pene, el uso prótesis o dispositivos que ayudan a lograr un buen desempeño eréctil”, aseguró.

La disfunción eréctil también se puede asociar con causas emocionales como el estrés, la depresión y la ansiedad; por lo mismo también se puede ver relacionado a problemas personales o de pareja. Debido a esto, el especialista destaca que los psicólogos o terapeutas especializados en sexualidad pueden ayudar a desarrollar estrategias para recuperar la libido y devolver la autoconfianza.

El Dr. Vásquez Lastra reconoce que en muchas ocasiones y por miedo o vergüenza, los hombres guardan en silencio este tipo de problemas; resultando en que se automediquen o utilicen productos milagro, con la esperanza de ser curados. Pero en la práctica, este tipo de acciones pueden solamente retrasar el diagnóstico de esta condición, lo cual puede generar complicaciones a largo plazo y afectar las posibilidades de recuperación.

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