La inflación no cede y pasará factura a la celebración de la virgen de Guadalupe. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó una encuesta sobre el gasto con motivo de esta tradición, tomando en cuenta los siguientes rubros: traslado (transporte público/taxi) de 100 a 400 pesos; diezmo o limosna entre 100 y 500 pesos; flores, un ramo desde 100 pesos, un arreglo hasta 500 pesos; veladora de vaso tamaño chico 50 pesos hasta tamaño grande 200 pesos; artículos religiosos (agua bendita, rosarios, imágenes, medallas, crucifijos y veladoras) entre 50 pesos y 300 pesos y finalmente la antojería y snacks de la verbena entre 200 pesos y 400; puede llegar a costar hasta 2,300 pesos contra los 1,850 pesos del año pasado, registrándose un aumento de 24 por ciento en esta celebración.
“El 12 de diciembre, como cada año, se dará peregrinaje sin fin a las basílicas de la virgen morena de todo el país, llevando rezos, ofrendas florales y pidiendo cura para los enfermos, salud, trabajo y amor. Miles de veladoras tapizarán las explanadas de las iglesias. Después de reverenciar a la virgen y presentar su respeto, el pueblo de México, festivo como es, aprovecha el momento y la ocasión para llevar cabo una tertulia popular en la periferia de la basílica.
Decenas de comercios de distintos giros se instalan en las cuadras aledañas para ofrecer todo tipo de antojitos, churros, champurrado, tamales, tacos, enchiladas, tortas, papas, elotes y, por supuesto, artículos religiosos, veladoras y demás, las flores también se venden para quien de último momento las compran ahí al llegar, y hasta los espacios de las cocheras se comercializan como cajones de estacionamiento; también los vecinos aprovechan esta celebración para ganar algo”, recalcó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Con la celebración de la virgen morena arrancan en este mes de diciembre las fiestas de cierre e inicio de año, inaugurando el maratón Guadalupe-Reyes-Candelaria. Este rally de consumo intenso y fiesta tras fiesta permea los actos de fe que piden bienestar para los vivos y eterno descanso para los deudos, estableciendo a cambio compromisos de buen comportamiento moral.
“En este maratón invernal se dan cita un crisol de intensas y encontradas emociones: despedir a los seres queridos que se nos adelantan, muchos de ellos adultos mayores que sucumben ante el frio, otros más elijen esta temporada para casarse y matrimoniarse, en las reuniones familiares se dan encuentros y desencuentros, en fin, es una de las temporadas de mayor profundidad emocional y de sentimientos vibrantes”, destacó.