Si bien los propósitos de Año Nuevo suelen estar relacionados con hábitos como comer mejor o hacer más ejercicio, un propósito fundamental para las familias debe ser cuidar del crecimiento de los niños y las niñas, ya que este tiene un impacto directo en su salud y desarrollo integral. La talla baja puede ser más que una diferencia en altura; a menudo es una señal de alerta de que algo más podría estar ocurriendo en el cuerpo de los pequeños.
En México, alrededor del 13.9% de los niños tienen una estatura inferior a la esperada para su edad, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2024.[1] Las causas de esta condición pueden ser variadas: desde la desnutrición hasta enfermedades crónicas o deficiencias en el proceso de crecimiento.
Un factor común es la falta de producción de la hormona que regula este proceso, lo que puede causar un retraso en el desarrollo físico de los niños. Sin embargo, esta deficiencia puede ser tratada de manera efectiva si se detecta a tiempo.
El Dr. Francisco Valdez, Gerente Médico de Endocrinología, Merck México destaca que, “el inicio de un nuevo año es una excelente oportunidad para que las familias observen el crecimiento de sus hijos. Detectar signos de talla baja a tiempo puede marcar una gran diferencia, ya que un tratamiento adecuado permite alcanzar el potencial de crecimiento y mejorar el bienestar general.”
Además, el especialista subraya que el crecimiento es un indicador clave de la salud física y emocional de las niñas y los niños. La deficiencia en la hormona de crecimiento es una de las principales causas de la talla baja y, si no se detecta y trata a tiempo, puede derivar en complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares, fragilidad ósea y problemas psicológicos. Por ello, es fundamental estar atentos a las señales y acudir con un endocrinólogo pediatra para una evaluación adecuada.
Es por esto que, el Dr. Valdez insta a las familias a medir la altura y el peso de sus hijas e hijos al menos dos veces al año y acudir con un especialista si observan cualquier retraso en el crecimiento. Un diagnóstico temprano permite identificar la causa y tomar las medidas necesarias para mejorar la estatura y el bienestar físico y emocional de las y los menores.
Este Año Nuevo, cuidar del crecimiento de las niñas y los niños debe ser un buen propósito familiar; un desarrollo adecuado no sólo beneficia su salud a largo plazo, sino también su autoestima y calidad de vida. Con el apoyo necesario, las y los niños pueden crecer con confianza, alcanzando su máximo potencial, disfrutando de una vida plena y saludable.