En el marco de las festividades decembrinas, como posadas, reuniones familiares y celebraciones, surge la oportunidad de fomentar ambientes saludables y prevenir el consumo de alcohol y tabaco en menores de edad. Estas acciones son esenciales para proteger su salud y su desarrollo.
Estas fechas además de promover la unión familiar, también pueden convertirse en espacios donde las y los menores se exponen al consumo temprano de alcohol y tabaco. Según datos del Centro de Integración Juvenil, en Chiapas:
- El consumo de alcohol en Jóvenes aumenta más del 60% en las fiestas y convivencias decembrinas.
- La primera experiencia inicia dentro del seno familiar con la permisibilidad de los padres y familiares, lo que aumenta los riesgos de que a corto plazo se convierta en un problema de adicción.
El consumo temprano se asocia con efectos negativos a largo plazo, como problemas de salud, bajo rendimiento escolar y mayor riesgo de desarrollar adicciones en la edad adulta.
Prevenir el consumo de sustancias en menores no solo protege su salud física y mental, sino que también fortalece los lazos familiares y crea entornos más seguros y armónicos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):
- Los menores que no consumen alcohol ni tabaco tienen un 80% menos de probabilidades de desarrollar adicciones en la edad adulta.
- La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) menciona que la edad promedio de inicio del consumo de alcohol es de 12 años.
Es esencial ofrecer ambientes libres de sustancias y el ejemplo familiar tiene mayor repercusión; los adultos son esos modelos positivos para las y los niños. Una gran alternativa es organizar juegos, concursos y actividades que fomenten la convivencia. No olvidemos hablar con los menores sobre los riesgos del consumo de alcohol y tabaco. En estas fiestas, hagamos de las posadas un espacio para fortalecer valores y promover un futuro saludable para nuestras niñas, niños y adolescentes.