La Central Campesina Independiente (CCI) informa que los tratados comerciales de Norteamérica han provocado que los pequeños productores maíz mexicano sea de los grandes perdedores.
La superficie dedicada al cultivo de este cereal se redujo en 2,255 millones de hectáreas entre 1994 y 2023, la producción aumentó sólo en 5.1 millones de toneladas y las importaciones pasaron de 4.21 millones en 2001 a casi 24 millones de toneladas al cierre del 2024 de acuerdo a cifras oficiales del SIAP, aseguró José Amadeo Hernández Barajas, presidente de la CCI.
Lo anterior demuestra inequidad en el comercio para los productores primarios de México con Estados Unidos y Canadá. Actualmente los agricultores primarios reciben una proporción ínfima sobre el precio final de su producto ante el alto nivel de importación a precios fuertemente subsidiados, precisó.
Estas tres décadas “los pequeños productores de granos, frutas y hortalizas quedaron en el rezago productivo, sin capacidad competitiva y se vislumbra un 2025 catastrófico ya que aunado a lo anterior crece el abandono de la tierra por parte de las nuevas generaciones, el cobro de piso del crimen organizado y la nula atención la fertilidad que reclama suelo mexicano para garantizar la cantidad y calidad de los alimentos que demandan los más de 130 millones de habitantes”, argumentó.
Desde su perspectiva, la Secretaría de Economía federal debe fortalecer los derechos que contempla el T-MEC a favor de los productores nacionales; reforzar y ordenar el comercio externo e interno con el ajuste de la Ley de Comercio Exterior y aplicar la defensa legal contra prácticas desleales.
El desafío para México radica en encontrar un equilibrio entre la soberanía alimentaria y las exigencias del mercado internacional, un reto que definirá el rumbo de la política agrícola nacional en los próximos meses, sentenció.