La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), ante la llegada al poder de Donald Trump en su segundo periodo presidencial, expuso los riesgos a los que se enfrenta el canal del pequeño comercio debido a las amenazas contra los intereses económicos del país.
Trump ha manifestado su intención de imponer un nuevo arancel del 25 por ciento a las importaciones provenientes de México y Canadá más un 10 por ciento extra a los productos de origen chino. De la misma forma, ha hablado en varias ocasiones sobre la posibilidad de imponer aranceles a los productos que Estados Unidos exporta a México.
“México depende en gran medida de productos agrícolas provenientes de Estados Unidos, como maíz, soya, carne de cerdo, trigo, lácteos, frutas, como manzanas y uvas, y otros productos procesados. Claro está que los costos adicionales derivados de estos aranceles serían finalmente trasladados a los consumidores al incrementarse el precio de estos alimentos básicos, resultando afectados los bolsillos de las familias de menores ingresos, las más vulnerables y también muchos pequeños comercios”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Trump ha manifestado que hará deportaciones masivas de migrantes indocumentados. 35 millones de personas conforman la población de origen mexicano viviendo en Estados Unidos, todos enraizados familiarmente a 12 millones de migrantes que alcanzaron el sueño americano, siendo 4.1 millones los migrantes que no cuenta con documentos legales.
“Esta agresiva política contra los migrantes pone en riesgo las remesas, que representan la principal fuente de ingresos de México. En 2024, las remesas superaron los 60,000 millones de dólares, lo que refleja la fuerte conexión y apoyo económico que mantienen nuestros compatriotas en Estados Unidos con sus familias en México. Destaca California, Texas, Illinois, Arizona, Nevada y Nueva York como los estados que más remesas envían y los estados de Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Ciudad de México, Estado de México y Puebla, principales receptores.
La amenaza de deportaciones masivas podría desencadenar una grave crisis de empleo en México. Actualmente, alrededor de 26.9 millones de personas (44.5 por ciento) trabajan en el sector formal mientras que aproximadamente 32 millones de personas (53.0 por ciento) están en la informalidad. Además, 1.5 millones de personas (2.5 por ciento) están desempleadas y en busca de trabajo. La política migratoria trumpista conducirá a que el nivel de desempleo aumente.
El desafío será aún mayor cuando comiencen las deportaciones de migrantes que también demandarán empleo y condiciones de vida dignas. Lo que se avecina es serio y el gobierno mexicano aún carece de políticas públicas efectivas y humanitarias que proporcionen a los migrantes lo que de verdad necesitan, la posibilidad de acceder a un empleo digno que les permita sostenerse en pie y desarrollarse.
Denunció que la reacción del gobierno federal no ha estado a la altura de las circunstancias de incertidumbre y temor que ya viven los mexicanos en Estados Unidos, la mayoría se sienten abandonados y sin el acompañamiento y protección adecuados de México.
“La inseguridad ya es un reto para los pequeños comerciantes, quienes enfrentan el robo, extorsiones y violencia en sus establecimientos. La amenaza de Trump sin duda generará una escalada de violencia e inseguridad mayor; más sangre derramada, consolidándose como una verdadera zona de guerra”, precisó.