Una realidad muy conocida en México, es que las personas les cuesta mucho el decir «no», por ejemplo, de acuerdo con un estudio de bienestar social,, el 74 por ciento de los mexicanos acepta asistir a reuniones incómodas solo por compromiso.
Mientras que el 63 por ciento para evitar caer mal, acepta salir con gente que ni le agrada y solo el 37 por ciento se envalentona a decir “no”.
En el aspecto laboral, el 65 por ciento de los encuestados admite que suele cancelar planes con amigos, pero no las horas extra.
Y es que, es bien sabido que en México, la armonía y la cortesía son pilares de la cultura, por lo que decir “no” puede percibirse como una grosería para los demás.. Lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de revisar las dinámicas sociales y laborales que fomentan la dificultad de decir «no», califica el documento elaborado por la consultora Toluna.
Si bien, la cortesía y el deseo de mantener la armonía son valores importantes, el sobrepasar los propios límites puede generar estrés, agotamiento y malestar emocional.
Es así como se generan situaciones como las que evidencia el estudio, donde el 55 por ciento de los mexicanos acepta pasar al círculo de baile en una fiesta, aunque no les guste ser el centro de atención. O un 41 por ciento de personas aceptan contratar una tarjeta de crédito que no querían.
El cambio hacia una cultura más asertiva y consciente, donde se valoren tanto los compromisos como el autocuidado, podría mejorar el bienestar individual y colectivo. Porque decir que “no”, debe verse como una situación normal y no una falta de respeto hacia los demás.