La ciencia está presente en todas las áreas de nuestra vida: la salud, el trabajo y la educación. En este contexto, la participación de las mujeres en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es esencial para el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, estos campos siguen representando un desafío para muchas niñas, mujeres y adolescentes debido a estereotipos de género y barreras estructurales.
En este contexto, la Comisión de Igualdad de Género, en alianza con la plataforma Niñas 4.0. Criando mujeres para el futuro organizó el conversatorio “Del aula al laboratorio: cerrar la brecha de género en la ciencia” donde conversaron sobre la importancia de atender retos estructurales y condiciones que frenan una mayor participación de las mujeres en ámbitos científicos, como la falta de modelos a seguir, situaciones de acoso en los ambientes académicos y científicos, disparidad en ingreso entre las investigadoras y los investigadores.
A nivel global, las mujeres representan apenas 22% de los profesionales en Inteligencia Artificial. La incorporación de niñas, mujeres y adolescentes en STEM es crucial para desarrollar la innovación, investigación e incorporar la perspectiva de género en la ciencia y la tecnología. Además, representa un derecho fundamental a la educación y una oportunidad para cerrar brechas de desigualdad económica y social.cie
Durante su participación, Pablo Yanes, secretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México destacó la importancia de romper las tres barreras que frenan a las mujeres en estos campos: el techo de cristal, la escalera pegajosa y la rampa resbalosa en referencia a los obstáculos que enfrentan en su ascenso en los campos profesionales.
En el conversatorio, las diputadas Xóchitl Bravo, coordinadora de la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso de la Ciudad de México; Brenda Ruiz, vicecoordinadora de este grupo parlamentario y Cecilia Vadillo, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del mismo, destacaron la importancia de hacer acciones sustantivas que permitan a más mujeres, en especial en condiciones de pobreza y desigualdad acceder a más espacios educativos, científicos y culturales como mecanismo para abatir las distintas brechas.
En la Ciudad de México, sólo 22% de quienes estudian Tecnologías de la Información y la Comunicación son mujeres y 44% de quienes estudian ciencias, matemáticas y estadística, a pesar de que en la educación superior ya existe paridad de género.
Para cambiar esta realidad, las científicas y divulgadoras de las ciencias, Aliesha González, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM; Ana Karen Ramírez, fundadora y CEO de Epiq Queen, y Kaori Becerril, co-fundadora de Futureando Studio, coincidieron en señalar la importancia de impulsar que más jóvenes estudien matemáticas y ciencia no sólo para dedicarse a disciplinas científicas, sino como una forma de lograr pensamiento crítico en la sociedad.
“Es imprescindible incentivar, apoyar y motivar a nuestras niñas y adolescentes a explorar su potencial en estas áreas, despertando su curiosidad y pasión científica. Esto no solo impacta su crecimiento personal, sino que también tiene repercusiones en la sociedad al enriquecer los campos de investigación con nuevas realidades” señaló Tatiana Adalid, fundadora de Niñas 4.0.