La implementación de nuevos aranceles a México y Canadá, los cuales podrían ser de hasta 25 por ciento, de acuerdo con el secretario de Comercio de Estados Unidos, aunque los países han demostrado disposición para combatir el tráfico de fentanilo, aún hay altas expectativas por parte de la administración de Donald Trump.

Esta noticia no sólo ha impactado en el valor del peso frente al dólar, sino que ha generado una serie de repercusiones significativas en las cadenas de suministro a nivel mundial, las cuales también podrían verse afectadas.

Cabe mencionar que las cadenas de suministro son el hilo conductor en los procesos comerciales a nivel continental, se  componen de una serie de etapas que van desde la fabricación del producto hasta su entrega al consumidor y este proceso podría sufrir consecuencias importantes.

Debe recordarse que la suspensión de los aranceles a México y Canadá se logró después de que ambos países acordaran reforzar sus medidas de seguridad fronteriza. México se comprometió a desplegar 10,000 agentes de la Guardia Nacional en su frontera norte para combatir el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo.

Aunque la suspensión temporal de los aranceles a México y Canadá brinda un respiro, la incertidumbre persiste, especialmente debido a las tarifas aún vigentes contra China. Las cadenas de suministro regionales y  globales, que dependen de la integración eficiente de múltiples economías, enfrentan varios riesgos.

Desde el incremento de costes de producción que se traduce en precios más altos para los consumidores y márgenes de beneficio reducidos para las empresas.

Habrá una desviación de rutas comerciales, pues las empresas pueden buscar proveedores alternativos en países no afectados por los aranceles.

Igualmente se romperán las cadenas de suministro y habrá escasez de productos, especialmente si las empresas no pueden encontrar rápidamente proveedores alternativos.

Aunado a que se mantendrá una inflación alta, por el aumento de los costos de importación puede contribuir a una espiral inflacionaria, afectando el poder adquisitivo de los consumidores y potencialmente ralentizando el crecimiento económico global.

«Los aranceles y tensiones comerciales son recordatorios de que la dependencia excesiva de ciertos mercados puede ser un riesgo. Las empresas deben repensar sus estrategias logísticas, apostando por proveedores regionales y modelos de abastecimiento más resilientes para reducir su vulnerabilidad ante factores externos, indicó José Ambe, CEO de LDM (Logística de México).

Según un informe reciente de Statista, un 45% de las grandes empresas multinacionales planean diversificar sus cadenas de suministro para evitar futuras tensiones comerciales. Sin embargo, este proceso es costoso y podría aumentar el tiempo necesario para que los productos lleguen al mercado.

«Los empresarios no pueden controlar las decisiones políticas que impactan el comercio global, pero sí pueden fortalecer sus cadenas de suministro con mejores prácticas logísticas. La diversificación de proveedores, la optimización de inventarios y la tecnología aplicada a la gestión de riesgos son clave para minimizar disrupciones y mantener la competitividad, dijo.

 

 

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