Por Valeria Rivera, directora de Comunicación Corporativa y Desarrollo de Negocio de Siemens México, Centroamérica y el Caribe.
La Inteligencia Artificial es una tecnología transformadora y cada vez encuentra áreas de aplicación que facilitan y mejoran la vida de todos nosotros. Sin embargo, es importante tener en mente lo que Peter Koerte, Chief Technology Officer de Siemens, dijo durante la pasada edición del CES 2025: “para enfrentar los desafíos actuales es importante dar saltos y no pasos”.
Koerte no se refiere a trabajar más duro o más rápido, sino a repensar las herramientas y los enfoques que utilizamos para resolver problemas, sobre todo porque hoy, en el centro de la transformación digital, se encuentra la Inteligencia Artificial Industrial que representa un cambio fundamental en la forma en que las industrias resuelven sus desafíos más críticos.
La IA Industrial se enfoca en tareas críticas como la gestión de redes eléctricas durante el momento de demanda máxima, la administración de plantas de fabricación que funcionan a plena capacidad e infraestructura y que no pueden darse el lujo de fallar. Es la captura, almacenamiento y procesamiento de grandes cantidades de datos para generar información de valor para la toma de decisiones en el mundo real.
Imaginemos el siguiente escenario. Un trabajador de una fábrica en el turno de noche se enfrenta a un mal funcionamiento complejo de una máquina y no tiene compañeros ni directivos cerca para ayudarle. Su mejor opción es aplicar el tradicional ensayo y error o esperar a recibir asistencia.
Con la tecnología avanzada de hoy, el asistente generativo impulsado por IA Industrial, el Copiloto de Siemens se convierte en un socio de confianza disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Este asistente guía a los trabajadores en la configuración, programación y resolución de problemas, brindando un apoyo constante y fiable. «Es un colega inteligente y experimentado que siempre está disponible», destacó Koerte.
Pero no todo es tan ideal en el mundo actual. Toda esta innovación se enfrenta a un desafío global que cada día crece: la escasez de mano de obra calificada. Según estudios de mercado, desde 2019 el nivel promedio de experiencia de los trabajadores de fábrica ha disminuido drásticamente de 20 años a tan solo tres. Esta disminución ha llevado a una caída del 10% en la productividad global, un aumento del 9% en los incidentes en el lugar de trabajo y un incremento del 33% en la retirada de productos.
Afortunadamente, la IA industrial es la herramienta adecuada para revertir esta tendencia, brindando a los trabajadores las herramientas para tener éxito y tomar decisiones con plena confianza, cerrando la brecha entre el ingenio humano y la precisión tecnológica.
Un ejemplo de ello es el proyecto JetZero, una empresa emergente de aviación que está transformando los viajes aéreos con un revolucionario avión de ala mixta que propone utilizar un 50% menos de combustible y reducir el ruido. Es una iniciativa pionera que está sentando las bases para un vuelo con cero emisiones hacia 2035 y ahora aprovecha la plataforma Siemens Xcelerator utilizando gemelos digitales para simular cada aspecto de la aeronave y su fabricación, eliminando los riesgos de las operaciones antes de comenzar a construir su «Fábrica del futuro».
Es importante señalar que, para fomentar el desarrollo de nuevas herramientas digitales impulsadas por la IA industrial, Siemens ha formado alianzas estratégicas con líderes tecnológicos a nivel mundial como Sony y NVIDIA. Estas colaboraciones se centran en el software de Siemens. Por ejemplo el casco de realidad mixta de Sony permite a los ingenieros interactuar con gemelos digitales a gran escala, revolucionando así el diseño y la precisión de los productos. Asimismo, NVIDIA integra la visualización física a gran escala directamente en los sistemas de gestión del ciclo de vida del producto (PLM), permitiendo a los equipos colaborar en un entorno de gemelos digitales seguro e inmersivo.
Es decir, que un ecosistema próspero empodera a las empresas de todos los tamaños, brindando a las ideas audaces la oportunidad de escalar.
Lo que queda claro es que la IA no es un tema de moda, la tecnología evoluciona a saltos con ecosistemas cada vez más integrales. También, la IA industrial no es solo una herramienta, es una fuerza para el cambio, que está redefiniendo cómo vivimos, trabajamos e innovamos. Desde estabilizar las redes de energía hasta empoderar a los trabajadores y reimaginar los viajes aéreos, estos cambios ya están en marcha. Depende de todos dar el salto hacia las oportunidades que hoy están por delante.